El Barça saca a relucir su mejor versión ante el Unicaja

Rice aportó 17 puntos, 3 asistencias para 16 de valoración

Rice aportó 17 puntos, 3 asistencias para 16 de valoración / JAVI FERRÁNDIZ

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

Inmerso en una temporada de pesadilla, al Barça Lassa sólo le queda la Liga Endesa para aspirar a acabar el ejercicio con buen sabor de boca. Y mira por donde, los azulgrana eligieron la visita del Unicaja -flamante campeón de la Eurocup- para exhibir toda esas virtudes que tanto se han echado en falta a lo largo de estos meses.

96771

LIGA ENDESA

89
70
Alineaciones
BARÇA LASSA
(28+21+20+20): Rice (17), Oleson (3), Perpeloglou (2), Claver (5), Tomic (20) -cinco inicial- Vezenkov (7), Eriksson (7), Diagné (2), Koponen (11), Navarro (5), Doellman (6) y Renfroe (4).
UNICAJA
(20+15+17+18): Alberto Díaz (6), Nedovic (8), Waczynski (-), Brooks (11), Omic (8) -cinco inicial-, Fogg (11), Díez (2), Suárez (7), Smith (11), Lafayette (-) y Musli (6).

El día en que Doellman y Navarro reparecieron tras sus respectivas lesiones, el colectivo azulgrana desplegó toda una amalgama de virtudes que sirvieron para tumbar con contundencia a los malagueños. El Barça, ya clasificado para los play-off, da así un paso de gigante para acabar la fase regular como cabeza de serie de cara a las series por el título.

El duelo, que se preveía igualado, fue un monólogo de los barcelonistas. Solidez y contundencia atrás que propició que el Unicaja perdiera hasta 17 balones (el Barça sólo 4, lo que es noticia) y solidaridad en ataque. Rice ejerció, por fin, de Rice dirigiendo y anotando amén de formar una sociedad letal con Tomic. Y el equipo jugó con paciencia y criterio (61% en tiros de dos).

Ante todos estos argumentos, el Unicaja se vio impotente. Y eso que Joan Plaza lo intentó de todas maneras. Apostando por pívots puros (Omic y Musli), jugando con 'cuatros' en la pintura, emplazando en la segunda parte una zona 2-3. Pero todo ello sin continuidad y con una evidente falta de contundencia en defensa. Vviendo sólo de acciones individuales y del acierto en el triple (48%) los malagueños -que perdieron a Nedovic por lesión- jamás inquietaron a un Barça que vivió el guión de partido perfecto desde el salto inicial: 28-20, 47-34, 69-52 hasta el 89-70 final. 

Siempre fue para arriba el Barça y casi nunca su rival. Y al final Bartzokas pudo vivir uno de los pocos partidos plácidos esta temporada. Sólo cabe esperar que la imagen ofrecida ante un equipo de máximo nivel no sea flor de un día para el Barça. Este equipo demostró que cuando quiere, puede. Lástima que no lo hubiera hecho antes. Ahora a lo mejor estaría disputando los play-off de la Euroliga. Pero como dice el refrán, más vale tarde que nunca.