La mirilla

De Pedro a Alba

Jordi Alba marcó el gol de la victoria

Jordi Alba marcó el gol de la victoria / sport

Albert Masnou

La temporada acaba como empezó, con un triunfo en una final contra el Sevilla con un gol de un segundo espada. Si en la Supercopa de Europa fue Pedro quien sentenció con un tanto en el tiempo añadido, en la Copa del Rey de Madrid fue Jordi Alba quien se erigió como protagonista inesperado, como el héroe que nadie atendía.

La temporada en la que el tridente se ha llevado todos los honores, en la que todos sumamos sus tantos de Messi y compañía nos encontramos que dos de los cuatro títulos han sido materializados por jugadores que no aparecen en las portadas. Alba, criticado durante algunas fases de esta temporada, demostró su tesón, persistencia y, al final, el esfuerzo ha tenido su premio.

La final de la Copa del Rey fue una explosión de alegría, un júbilo entorno a Jordi Alba, una demostración de fuerza, de ambición, de voluntad de un equipo que jugó con inferioridad numérica durante una hora. Fue un partido emocionante, con todos los ingredientes de una final espectacular que da verdadero valor al torneo: Hubo decisiones polémicas, cuatro expulsados, lesionados, mucha intensidad y hasta el árbitro tuvo molestias físicas ¿Qué más se puede pedir para despedir de la temporada?

El Barça baja el telón con cuatro títulos en su palmarés con lo que solo se puede calificar de éxito. Es cierto que la ausencia de la final de la Liga de Campeones es una losa que todavía pesa en la moral azulgrana pero dentro de una semana podríamos estar hablando de una temporada completa narrando la victoria del Atlético de Madrid.