Hay historias que parecen sacadas de la fábula o del guión caprichoso de un cineasta que quiere llevar la dureza y las situaciones extremas a la máxima expresión. La que nos acaba de descubrir el experto en atletismo Óscar Fernández (@gabyandersen) viene de Brasil y te deja completamente helado. No solo se trata de un relato de superación y de perseguir un sueño, sino que nos indica también la suerte que tenemos aquí (los que podemos) los que nos dedicamos a hacer lo que más nos gusta sin más cadenas que esa. Mirelle Leite da Silva es una atleta brasileña (de la ciudad pernambucana de Pesqueira) de 18 años de la tribu indígena Xukuru. Hasta ahí nos dispierta cierta curiosidad que una promesa brasileña del atletismo sea de origen indígena porque no es lo más habitual.
Una infancia durísima
Pero es que la historia que tiene detrás es brutal. Leite se mudó hace años a la ciudad de Pesqueira después de que un conflicto en su tribu terminara con una parte de esta expulsada. Su padre fue asesinado y ella, como la mayor de una familia de nueve hermanos que era, tuvo que hacerse cargo de todos ellos mientras su madre trabajaba para llevar un plato a la mesa. Pero no solo eso, sino que Mirelle se quedó embrazada a los 15 años. Ya empezaba a destacar a nivel nacional en el atletismo y ese contratiempo parecía que podía truncar para siempre su sueño. Pero demostrando la capacidad de superación de su pueblo, Leite siguió. Y en parte lo hizo por su hijo Lucas Gabriel, ahora de tres años.
Sus inicios en el atletismo
“Comencé en el atletismo a los 12 años. Vi que algunas chicas ganaban algún dinero en las carreras y decidí participar también. En poco tiempo comencé a destacar, ganando algunos campeonatos pernambucanos y competiciones escolares. Pasé por momentos difíciles, como en ese embarazo, pero nunca dejé de confiar en mí”, comenta para el portal brasileño ‘surtoolimpico’.
El deporte pasó a ser su sustento: “El atletismo significa muchas cosas buenas, me proporcionó una vida mejor, incluso entrenando sin las condiciones adecuadas. Quiero darles una vida mejor a mi madre y a mi hijo en el aspecto personal y entrenar bien, estar entre las mejores”, asegura Leite, que quiere estudiar Educación Física.
Un potencial enorme
El entrenador Abraao Nascimento, coordinador de su club, comenta que “incluso entrenando en condiciones adversas, corriendo sobre superficies irregulares como adoquines, usando mesas y bancos de una plaza como obstáculos, Mirelle ha conseguido alcanzar marcas importantes”. Quien supervisa los entrenamientos de Leite es José Hildo Sanches, con el que hacen dos sesiones (una a las 5 de la mañana y otra a las 17h). “Con la mejora de las condiciones de entrenamiento y de calidad de vida Mirelle tendrá condiciones para mejorar mucho sus marcas en poco tiempo”.
En el Campeonato Brasileño sub’18 de 2019 ganó los 2.000 obstáculos con 7.02.85 y fue segunda en los 3.000 con 10.12.47. Fue tercera en los 6km sub’20 de la Copa de Brasil este año con 24:03. Además, fue convocada por Brasil para el Panamericano de Cros, donde quedó octava (la mejor del equipo brasileño).
Este viernes logró el oro en los Nacionales Brasileños sub’20 con 11:05:10 en los 3.000 obstáculos. “Es la primera vez que utilizo zapatillas de clavos, me pareció genial porque correr con zapatillas era demasiado pesado. No tenía zapatillas y también me pareció un poco extraño el ambiente, porque entreno en una superficie diferente. No tengo pista, entreno en la calle. Hice 10m,58s la semana pasada en Recife”.
Atleta indígena, padre asesinado, tomó el mando del cuidado de sus hermanos menores (son 9 hermanos), embarazada siendo sub16, no tiene pista, entrena en pavés. Estrenó por 1ª vez unas zapatillas de clavos para proclamarse campeona nacional U20 (con un hijo de 3 años animando). pic.twitter.com/3UzapBv09i
— Óscar Fdez. (@gabyandersengz) November 6, 2020
