Inicio Entrevistas Mario García Romo: “Quemarse. ¿Qué es quemarse?”

Mario García Romo: “Quemarse. ¿Qué es quemarse?”

Mario García Romo está ahora de descanso en el pueblo. En Salamanca. Cena tortilla de patatas de su madre y hace rutas en bicicleta con amigos. “Prometí a mi manager que iba a relajarme”, asegura. 

Cinco días de descanso absoluto. No más. Y a partir del viernes Mario García Romo ya ha vuelto a correr, manos a la obra. En el horizonte, los JJOO de París: un deseo que es un objetivo. Ser campeón olímpico. Pero antes de llegar al verano de 2024 queda mucho por hacer y tanto por vivir. “Sé lo que tengo que hacer”, asegura.

Descansando.
Sí. Aquí en el pueblo. Prometí a mi manager que no iba a atender a nadie, que iba a tratar de alejarme de redes sociales. Pero es difícil. Y, sí, estoy aquí en el pueblo. Me podía haber ido a algún lado. Pero hace mucho que no veo a mis padres.

¿Y cómo se descansa en el pueblo?
Muy fácil, porque, para mí, es como volver quince años atrás, casi a la infancia. Voy a ver a mis abuelos. Trato de quedar con los amigos, aunque eso ahora no es tan fácil. La mayoría están trabajando. Algunos en el País Vasco, otros en Madrid, en Valencia… Somos casi treinta en la peña. Somos muchos.

¿Y usted necesitaba vacaciones ahora?
Sí. Estaba cansado. Sobre todo, más mental que físico. Se acumularon muchos viajes. Quizás podía haber aguantado dos semanas más. Alguna carrera más de 1.500. Pero este año he dormido más de 60 días en hoteles. Y, aunque viajar es una cosa que me gusta, necesitaba parar ahora, de verdad, ver a mi familia, estar aquí.

¿Qué ha comido hoy?
Hoy, mi madre me ha preparado macarrones gratinados al horno, que sabe que me gustan mucho.

Y eso no se come en un hotel.
Es distinto. No tengo control sobre la comida. Siempre intento que sea pasta y pollo o arroz y pescado blanco, lo clásico en un atleta. No hay más que ir por los comedores de los hoteles. Todos los platos de los atletas son casi iguales, porque debe ser así.

¿Y come usted mucho?
Sí. Mis amigos se quedan asustados. Se sorprenden cuando ven los platos de comida que me meto. Pero yo diría que un atleta come mucho más que una persona normal. Gasto entre 4.000 y 5.000 calorías, lo quemo. A lo mejor pierdes un poco apetito cuando estás compitiendo por el calor, el sudor…. Pero como uno ya se conoce….

¿Y cómo se pueden batir tantos récords de España como ha hecho este mes estando tan cansado?
Porque tenía una buena base del otoño. El otoño es importante. Hago resistencia, hasta 140 o 150 kilómetros semanales. Preparo mi cuerpo para el resto del año, de mayo a agosto, que es cuando viene lo más duro.

¿Y entonces ahora?
Desde el viernes he empezado a correr un día sí y otro no. Sólo he parado totalmente cinco días. Con eso ya es suficiente.

¿Ganará el oro olímpico de 1.500?
Eso lo llevo soñando hace mucho tiempo. Lo tengo afianzado en mi cabeza. Pero creo que como cualquiera que compite a este nivel. Yo no soy una excepción. Todos tenemos esa idea dentro. Si no tuviese ese objetivo sería una falta de respeto a la profesión.

Y entonces es un sueño razonable
Será difícil. Pero yo voy a intentarlo. Sé lo que es necesario. No tengo por qué ponerme límites. No veo muy superior a nadie. Ni siquiera a Jacob. Pero esto ya lo he dicho varias veces. Lo que no he dicho es que no tiene por qué ser en 2024. Puede ser en 2028.

Eso se llama paciencia.
No sé si se llama paciencia, pero sí confianza en mi trabajo. Tengo que pensar que puedo ser campeón olímpico algún día. Esto es un proceso y se basa en llegar lo mejor posible a ese día. De momento, sabemos lo que hay que hacer. Mi entrenador entrenó con Mathw Centrowitz, el campeón olímpico de 1.500 en los Juegos de Río de 2016. Y lo que hay que hacer lo estamos haciendo ya. Y lo que hay que hacer es entrenar.

Y no quemarse.
Quemarse. ¿Qué es quemarse? Desde chaval siempre se oía que Jacob se iba a quemar. Y mire. Resulta que lleva cinco años al máximo con una edad bastante corta. Al final, todo depende del círculo que tengas a tu alrededor.

Fue usted sexto en el Mundial. ¿No fue un poco decepcionante?
Si. No me dejó del todo contento. Yo entrené para ser campeón del mundo y después de un cuarto puesto en 2022 esperaba más, sí. Pero le doy valor, porque estuve ahí y porque aprendí un poco más para el futuro.

¿Es el mejor atleta español de 1500?
No, porque no gané en el Campeonato de España.

Pero eso fue una carrera.
Pero es la que queda hasta el año que viene. Hasta entonces sólo queda hacer lo que debemos hacer y reconocer que el mejor esta vez fue Adel Mechaal. Debemos respetar ese resultado y los años que Adel lleva en la élite.

¿Y Katir?
Es de los mejores del mundo. Fue casi campeón del mundo en Budapest. Hay que darle el valor que tiene a esa medalla de plata en 5.000 y saber que volverá a ganar.

¿Y es usted amigo suyo?
De él y de toda la gente que va con la selección. Yo mantengo conversaciones con todo el mundo

¿Y de qué habla con Katir?
La última fue de las vacaciones. Me dijo que iba a ir a Chipre con su novia. Pero no sé si habrá vuelto.

Y usted en el pueblo.
Y no lo cambio, porque lo echo mucho de menos duranteel año. Me he criado aquí. Mi infancia estuvo aquí.  Aquí siempre se está bien. Tengo la bicicleta en casa. Iré a Salamanca a ver a mis abuelos, a comer con mis padres. Y, además, ahora también aprovecho para ayudarles porque estamos haciendo una reforma en casa y hay que mover cosas, muebles.

 


Suscríbete a nuestro newsletter

Recibe en tu correo lo mejor y más destacado de LBDC

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí