Un total de 600 corredores tenían previsto participar el pasado viernes 7 de abril en “I Run Iran”, el primer maratón internacional celebrado en la capital iraní, Teheran. Entre los inscritos, 160 mujeres a las que a última hora se les prohibió participar en la prueba de maratón debido a las costumbres religiosas del país, como la prohibición de que hombres y mujeres participen juntos en eventos deportivos. En su lugar, podían participar en una carrera exclusiva para mujeres de 10 km, “Ladies Run”, a las afueras de la ciudad.
La carrera, organizada por el holandés Sebastiaan Straten con la finalidad de “construir puentes” con la comunidad internacional y romper estereotipos, vio cómo se torcía su propósito, aunque inicialmente ya habían advertido que las participantes tenían que correr con un pañuelo en la cabeza, camiseta de manga larga que cubriera sus caderas y pantalones largos.
Ante la negativa de última hora algunas mujeres realizaron su propio maratón. Un total de 12 participantes, iraníes e internacionales, decidieron rebelarse y y completar los 42k a pesar de todo, organizando una maratón “secreta”, corriendo 32k antes de unirse a la carrera oficial 10K para mujeres. Según informa The Independent, otro grupo de mujeres trató de correr junto a los hombres pero fueron rápidamente expulsadas.
Varias de las corredoras en el 10K oficial portaban pancartas con lemas como “el año que viene, 42K”.
Fotos: Karin Brogtrop-Beekman
