Jacob Kiplimo. Cuentan los que han corrido a su lado (léase Chiki Pérez, que este miércoles en Ostrava consiguió la mejor marca española de los últimos 13 años en el 10.000 parando el crono en 27:46) que lo hace con una facilidad pasmosa, que flota sobre el tartán. El ugandés es, junto a su compatriota Joshua Cheptegei, el orgullo de su país y uno de los atletas que pueden marcar una época en los años venideros. Ya lo está haciendo, vaya, con apenas 20 años (sí, aparenta más, lo sabemos).
No se siente cómodo con las Dragonfly
El africano paró el crono en el meeting Golden Spike de la localidad checa en 26:33:94, séptima mejor marca de la historia. El vigente campeón del mundo de medio maratón logró rebajar su marca personal en casi un minuto, destrozar la mínima olímpica (27:28) y dar un golpe de autoridad tremendo. Pero lo más sorprendente de todo es que lo logró en un día frío y lluvioso en Ostrava y sin las denominadas como zapatillas mágicas. El atleta, patrocinado por Nike, no se calzó las famosas Dragonfly que están arrasando con muchas plusmarcas mundiales, sino que apostó por unas convencionales Mamba.
Tras imponerse en la República Checa, el ugandés habló con el periodista Cathal Dennehy: “No son cómodas para mí las zapatillas con placa; quizás las uso en los Juegos. Estas Mamba son muy cómodas”. El objetivo de Jacob era bajar de los 27″. Y vaya sí lo hizo. Sin duda el hecho de lograrlo sin este calzado supersónico que lo está revolucionando todo le añade mucho picante a la marca.
