Jesús España: Crónica de una carrera narrada por él mismo

Jesús España, con Mo Farah en una de sus carreras míticas
Jesús España, con Mo Farah en una de sus carreras míticas

Resumir una carrera de 28 años de duración, llena de éxitos, de hazañas, de buenos y malos momentos, en unas líneas es casi una quimera. Hablar de Jesús España es hablar de historia, de pura dedicación a un deporte, de sacrificio. De ejemplo, vaya. A sus 40 años dice adiós a la alta competición tras disputar sus últimos metros sobre el asfalto del maratón en el Europeo de Berlín. Ferviente luchador contra el dopaje, España se proclamó campeón de Europa de los 5.000 en 2006 y subcampeón en 2010. Ese oro en 2006 ante un joven Mo Farah es una de sus carreras más recordadas. Como recordada será siempre su aportación al atletismo nacional. En Berlín, Jesús estuvo rodeado de jóvenes atletas que han crecido viendo sus carreras y que lo tienen en pedestal. En el quinto programa de la segunda temporada de la Radio del Corredor hemos charlado con Jesús sobre su trayectoria, sobre el estado de salud del atletismo español, sobre el Europeo, sobre su futuro…

¿Cuando se dio cuenta Jesús España que podía llegar alto en el atletismo?

“Durante todo el camino he cometido errores, ha habido cosas que no he hecho bien y que luego me he dado cuenta de que me había equivocado. Pero al final de todo se aprende, es buen equivocarse para aprender de estos errores e ir madurando. En líneas generales estoy satisfecho y no cambiaría mucho. A lo mejor alguna cosita puntual, algún entrenamiento, pero creo que todo sirve, lo bueno y lo malo, de todo se aprende y te ayuda a ser mejor”.

“Desede que empecé a correr me motivaba con la carrera popular de mi pueblo, de los pueblos de alrededor. Vas subiendo un poco el nivel, Campeonato de Madrid, de España, entras en ese espiral de cada vez competiciones de más importancia y sí te das cuenta de que el nivel va subiendo. Sí que recuerdo que con 15 años corrí un 1.000 en 2:42, que no es una marca tampoco excepcional para chavales de esta edad, y al año siguiente siendo júnior pasábamos a correr 1.500. La gente me decía que con 2:42 en el mil un paso de 2:50 para hacer 4:15 o así para hacer el 1.500 estaría bien. Y la verdad es que lo hice en 4, en tan solo unos meses había mejorado muchísimo. Veía que iba en clara línea ascendente y me motivó mucho. Tenía 16 años y me di cuenta de que podía llegar a conseguir cosas importantes”.

El 1.500, el primer gran sueño de Jesús España

“El 1.500 fue mi sueño por pura tradición aquí en España, de ver pruebas (mi padre me ponía una vez tras otra la cinta de Los Angeles’84 viendo a Sebastian Coe, que para mi fue un ídolo) de Cacho, de Abascal, Jose Luis González…entonces yo quedé campeón de España junior en 1.500 y soñaba con ser corredor de esa distancia. Pero cuando mi entrenador del pueblo por motivos laborales me dijo que no tenía el tiempo que yo necesitaba para dedicarme, las cosas cambiaron. Me fui a entrenar con Dionisio Alonso. Él me vio que tenía cierta velocidad, pero me hizo varias pruebas. Me hizo competir en un 10.000, el primero que hice, y vio que esas distancias se me daban bien. En el 1.500 quizás no destacaba tanto, pero en distancias superiores a 1.500 sí vio que tenía futuro por arriba. Seguimos trabajando el 1.500, pero ya nos planteamos la subida al 5.000 y a partir de 2002 nos centramos 100% en la preparación de esa distancia”.

¿Con qué se queda de todos estos años Jesús España?

“Yo me quedaría con las personas, con las buenas personas que he conocido gracias al atletismo. Amigos, muchísima gente que me ha mostrado su apoyo y su reconocimiento y su cariño y creo que eso es lo mas importante. Yo he dado mucho al atletismo, pero el atletismo me ha dado a mi mucho más”.

“Eso es un mérito exclusivo de la familia. Siempre he tenido un apoyo tremendo por su parte. Tanto de mis padres, de mis hermanos como después de mi mujer, que cuando eramos novios entendió 100% a lo que yo me dedicaba y lo que eso suponía. Ella siempre me ha apoyado, sacrificando muchas cosas suyas personales por apoyarme a mi. Desde que he sido padre lo mismo, mi mujer es mi principal apoyo, es fisioterapeuta y es la que me cuida, la que me mantiene a tono. Es el punto de apoyo fundamental sin el que no podría haber hecho nada de lo que he logrado”.

¿Cómo es el estado de salud actual del atletismo español?

“Desde el punto de vista negativo quizás todavía nos falta un poquito más de llegar al gran público. Es una labor de los atletas, de los medios, etc. Hubo una época que el atletismo detrás de fútbol y baloncesto llegó a tener un papel importante, durante un tiempo la perdió y ahora parece que la está recuperando. Lo positivo es mucho más grande que lo negativo. Tenemos un atletismo muy ilusionante, super diverso. En Berlín la media de edad era de 23 o 24 años, con un atletismo super variado. Habíamos tenido siempre buenos fondistas, mediofondistas, marchadores. Pero ahora tenemos un atletismo con mucha potencia y fuerza en muchas disciplinas. Chicos y chicas con todo el futuro por delante y estoy convencido de que el atletismo nos va a dar muchas alegrías. Es una generación muy sana, diferente, se están dedicando 100% a esto por amor al atletismo, sin otros intereses. A nivel de valores, la mejor generación que hemos tenido en los últimos años”.

El dopaje, la gran lucha de Jesús España

“Quiero puntualizar que siempre estaré en contra del dopaje y hablaré claro siempre que se me pregunte, pero prefiero que se hable de él y ocupe la parcela que le corresponde. El atletismo tiene muchas más cosas positivas que negativas y el dopaje es una parte fea a la que no hay que darle mayor protagonismo del que merece. Parteindo de esa base, siempre me he significado en contra del dopaje. Creo que los atletas, los deportistas, somos los más damnificados por esta causa. Primero porque nos dañan la imagen, la credibilidad. Mucha gente asocia deportista de élite con que haya pasar por el aro y hacer cosas así, cuando la gran mayoría son gente que se cuida y que no cae en este tipo de trampas”.

“En segundo lugar nos sentimos estafados económicamente porque nos quitan patrocinadores, medallas, gloria y dinero porque no hay que olvidar que somos profesionales de esto. En tercer lugar, que aparte de atletas somos aficionados, y yo me he llevado muchas desilusiones en mi carrera. Gente que yo idolatraba luego ha resultado que hacía las cosas de forma fraudulenta y todo era una falsedad. Siempre he mantenido esa lucha. Afortunadamente los sistemas de detección se han ido perfeccionando y cada vez es más difícil salir indemne. Creo que el atletismo es cada vez un deporte más limpio y vamos avanzando en el buen camino”.

¿Qué tres atletas españoles darán más que hablar en Tokio para Jesús España?

“No sabría qué decirte. A ver, los marchadores están ahí. Yo diría Diego García, Álvaro también estará ahí, pero mi intuición me hace decantar por Álvaro. Luego Bruno, que creo que van a ser sus Juegos Olímpicos y va a estar ahí peleándolo. Y Javi Guerra en maratón. Hay muchos y seguro que estoy siendo muy injusto con mucha gente. Bruno creo que su mayor potencial va a salir ahí, va a ser su zenit como atleta. ¿Quién iba a pensar que íbamos a tener un velocista de 100 y 200 a ese nivel?”

“ A mi me asombra Bruno. Yo le vi en Rio y en Amsterdam y todos nos dimos cuenta de que teníamos un atleta con un potencial tremendo. Entonces pasamos a estar de lo más alto a nivel de ilusión a de repente llevarnos un palo. Fue un accidente en el que incluso peligró su vida y sinceramente cuando veía que volvía, pero sentía dolor y durante ese proceso reconozco que llegué a dudar de que pudiera recuperar su nivel. Y nos ha demostrado a mi y a todos que no solo ha vuelto, sino que lo ha hecho a su mejor nivel. Ha dado una lección de fuerza mental, de capacidad de lucha. Creo que nos tenemos que agarrar a Bruno en ese sentido, está siendo un referente de muchos, de grandes y pequeños. Es una persona sincera, auténtico. Para mí es el resumen de la imagen del atletismo español”.

¿Cómo fue el adiós en Berlín y que tiene por delante Jesús España?

“En Berlín tuve sentimientos encontrados. Por un lado empecé a sentirme muy bien en carrera. Quería llegar con fuerza al final, me vi competitivo, disfrutando. No quería que acabara la carrera. Pero por otro lado al final me quedé vacío, sufrí mucho y quería que acabara cuanto antes. Luego sí es cierto que poco antes de cruzar la meta, cuando me esperaba Javi para darme un abrazo, sí me acordé de todas las cosas que había hecho de manera rápida. Luego tenía a compañeros, a la familia. Fue una mezcla de felicidad y tristeza”.

“Por una parte yo tengo el curso de monitor desde el año 2003 por la Escuela Nacional de Entrenadores. Es algo que me gusta y quiero seguir fomándome. No sé si para dedicarme a ello. Quiero seguir vinvulado al atletismo, pero aún no sé de qué forma. Es el deporte que me lo ha dado todo, tengo mucha experiencia y creo modestamente que puedo aportar grandes cosas. Uno al final crea una rutina de buena alimentación y buen descanso. No voy a seguir igual al 100%, pero sí haré un mantenimiento”.

Escucha la entrevista a partir del minuto 23’30” de los siguientes enlaces:

 


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