La Tierra se detuvo y dejó de dar la vueltas sobre las montañas de los Vosgos. Amaneció el día gris, para todos, pero más para Primoz Roglic. Ni en el peor de los sueños podía imaginar que un fenómeno de la naturaleza, paisano suyo, de la Eslovenia ciclista, llamado Tadej Pogacar, lo azotaría de la forma más canallesca tal cual hizo el Jumbo con todos durante tres semanas.

Pogacar para la Tierra y gana el Tour (leer noticia)