Los asesinos de la familia de Chiloeches (Guadalajara) sabían que la familia Villar Fernández dejaba abierta una de las puertas del chalet para cuando sus hijos salieran de noche y llegaran tarde. Esa puerta fue por la que entraron, no tuvieron que forzar ninguna.

Así engañaron a la hija los asesinos de una familia de Chiloeches: "Vaya chaletaco, estaréis forrados..." (leer noticia)