"Somos croatas y nunca dejamos de luchar", decía este viernes Zlatko Dalic, radiante tras una nueva gesta de su selección, capaz de barrer del Mundial a la que era la gran favorita a ganarlo, una Brasil que esparció sus lágrimas por el estadio Education City mientras Croacia escribía un nuevo capítulo de su tratado de resiliencia futbolística, rumbo a una semifinal del Mundial frente a Argentina.

El tratado de resiliencia de Croacia: aprendiendo a vivir al límite desde 1998 (leer noticia)