La victoria ante el Mallorca sirvió para disfrutar de los mejores minutos del Barça en la temporada y además, para que el tridente de ataque del equipo demostrase por fin una conexión especial. Cumplido el primer tercio de la Liga, el trío que forman Messi, Suárez y Griezmann interactuó más que en ningún otro partido. Lo sufrió el Mallorca, que antes del descanso ya había encajado cuatro goles con la firma del tridente: uno de Griezmann, dos de Messi y otro de Suárez.

El tridente del Barça calienta motores para el clásico (leer noticia)