La importancia del tercer tiempo en el Rugby

El entrenador-formador Frank García de la categoría sub 14 del CR Sant Cugat nos da su visión

La importancia del tercer tiempo en el Rugby

El XV del León en un tercer tiempo la temporada pasada / Esther (CR Sant Cugat)

Miguel Centeno

No se sabe bien o se desconoce a ciencia cierta el origen del tercer tiempo, aunque hay dos versiones que tienen bastante peso.

La primera se remonta a 1873 en la que tras un partido que enfrentaba a Escocia e Inglaterra, cuando los locales decidieron invitar a cenar a sus adversarios para no realizar el viaje de vuelta con el estómago vacío.

La otra versión es de un complicado partido entre el Mullingahn School vs Farm College y donde el capitán local Fergus W. Flanagan invitó a Dermont O’Flaherty capitán del Farm College y todo el equipo a festejar con unas cervezas la lealtad para limar asperezas y el respeto por el juego.

Siempre se ha dicho que el partido de Rugby no se acaba en el minuto 80 en el terreno de juego, sino en la reunión de los jugadores y el staff técnico una vez pasado por la ducha, este hecho se sigue realizando hoy en día, desde las categorías más pequeñas (sub6) hasta los partidos de selecciones de un Mundial o seis naciones.

Ya de por sí es difícil que un jugador de Rugby se inicie en este deporte tan especial, donde se prioriza la disciplina, la constancia y los valores y sobre todo el respeto al rival , (aunque esta palabra se utiliza erróneamente en el mundo del Oval) como nos explica Frank García, es entrenador del equipo de Sub14 del Club de Rugby Sant Cugat, como formador tiene la visión y la importancia del tercer tiempo sobre todo en los jugadores más jóvenes, al ser un deporte duro y de contacto cobra mucha importancia la figura del tercer tiempo donde dejas de ver al rival como enemigo y lo ves como amigo, donde compartes ese momento con otro equipo con tus mismos gustos, mismas aficiones y que son al fin y al cabo compañeros de viaje que te vas a encontrar a lo largo de tu vida en muchas ocasiones. Siempre se ha dicho que no invitas a tu enemigo o rival a comer o beber a tu casa, simplemente invitas al que consideras un amigo.

Frank lo tiene muy claro, jugaba desde pequeño al baloncesto donde tenía una buena proyección y futuro, se dio cuenta de la competitividad entre compañeros era llevada al extremo, veía el deporte como un lugar de confrontación y no de compartir una misma pasión, a los 35 años descubrió el Rugby y lo que más le llamó la atención de este deporte fue el tercer tiempo, donde ambos equipos y el cuerpo arbitral se reunían en un mismo espacio y disfrutaban de comida y bebida mientras hablaban del partido, anécdotas, vivencias, etc…

¿Es posible el tercer tiempo en otros deportes de equipo?

Sin duda si, la esencia del tercer tiempo es compartir con otros equipos tus mismos gustos y aficiones, sin dejar de lado que el deporte debe ser competitivo, buscar siempre la victoria, la competencia siempre es sana, lo que no es sano es la competitividad llevada al extremo.

Hay dos ciclos muy importantes en el tercer tiempo donde cobra mucha importancia, uno de ellos es cuando el deportista es muy pequeñito y empieza el deporte en categorías inferiores y está empezando, porque les engancha a una filosofía de vida deportiva y a una forma de compartir diferente donde después de jugar estás compartiendo con el resto. Y el otro ciclo muy importante es el tercer tiempo en el deporte de veteranos donde pasa a ser un momento de compartir, disfrutar y recordar momentos vividos con los que están y los que se han ido, que mejor momento de disfrutar de comida y bebida después de haberte vaciado en el campo jugando. Concluye Frank García, que en la vida en las situaciones de confrontación se pudieran acabar con un tercer tiempo, porque nos haría mejor personas y una sociedad mejor.