Los 5 pecados del PSG en Madrid

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

'Caer es permitido y levantarse es obligado', dice el proverbio ruso cuyo origen se encuentra en la Segunda Guerra Mundial. Lo que seguramente no permitían los oficiales rusos era que sus tropas tropezaran una y otra vez con la misma piedra. Y esto es lo que le viene pasando al PSG en Champions en el último lustro. No porque siempre hinque la rodilla ante el mismo rival, sino porque cada año junta cracks a golpe de talonario y parece comerse el mundo hasta que los grandes equipos de Europa le dan un baño de realidad. Este miércoles, en el Bernabéu, nuevo fiasco galo que deja a Unai Emery a expensas de una remontada para evitar la destitución.

Estos son los cinco pecados del PSG en el Santiago Bernabéu:

1. Falta de efectividad en ataque.

En un duelo igualado, la efectividad suele marcar las diferencias. Y así fue en el Bernabéu. El PSG dispuso de claras ocasiones para lograr, como mínimo, dos goles, pero perdonó y lo acabó pagando. Además, los galos lanzaron infinidad de contragolpes de tres contra tres o cuatro contra cuatro en los que prácticamente siempre eligieron mal.

2. Conexión nula de la 'MCN'.

Mbappé, Cavani y Neymar no estuvieron a la altura. El galo y el brasileño dejaron buenos destellos, pero no basta con eso. El tridente viene protagonizando orgías de goles durante toda la temporada y, sin embargo, en el Bernabéu careció de instinto matador. Mención especial para Cavani, que estuvo desaparecido y evidenció su falta de 'feeling' con Neymar: ningún pase del uno al otro en los 66 minutos que coincidieron sobre el césped.

3. Areola, muy tierno.

Alphonse no tuvo su mejor noche, por así decirlo. El meta cometió un error de bulto al despejar hacia el medio en la jugada del 2-1 y estuvo lento de reflejos en el 3-1. Sin ser un mal guardameta, Areola no es un guardameta de los que da puntos. Si el PSG quiere ganar la Champions, necesitará algo más bajo palos.

4. Las decisiones de Emery, muy discutibles (y discutidas)

Colocar a Lo Celso, de solo 21 años, en el pivote defensivo en un partido de tal dimensión es, como poco, atrevido. Al argentino se le vio nervioso en algunas acciones e incluso cometió pérdidas y faltas inocentes. Por otra parte, cuesta de entender que Di María se quedara sin minutos. El exmadridista llegaba en muy buena forma al choque, pero Emery prefirió dar entrada a Draxler tras el 2-1. Además, y pese a que no jugó un buen partido, Cavani siempre es indispensable. Cuando los galos necesitaron atacar, se encontraron sin referencia en el área porque Emery le había sustituido. En Francia están atizando sin filtro al técnico español, cuyo cargo ya corre peligro.

5. Fragilidad extrema

El Barça le marcó tres goles en siete minutos la noche del histórico 6-1 y el Madrid le endosó tres cuartos de eliminatoria entre el 83' y el 86'. Un equipo que aspira a ganar grandes cosas no puede desmoronarse tan fácilmente. No solo fueron los goles, sino también los varios contragolpes que dispuso el conjunto blanco en el tramo final. ¡Cómo cambiaría la cosa si el resultado final hubiera sido de 2-1! Por querer remontar con prisas, Emery y los suyos están ahora contra las cuerdas.