¿Es malo crujirse los dedos?

Según una investigación publicada en la revista especializada The Journal of the American Board of Family Medicine, el 54% de las personas se crujen los nudillos. Los motivos por los que lo hacen, según resultados de esa misma investigación, van desde el nerviovismo hasta el estrés, y pasando por la costumbre, el placer de escuchar el sonido o la sensación física. Sin embargo, a muchas otras personas les resulta muy molesto el escuchar cómo los demás se crujen los dedos. Y, en ese sentido, uno de los argumentos más empleados para invitarlas a que dejen de hacerlo son los supuestos perjuicios para la salud. ¿Pero son ciertos?

¿Realmente dañan las articulaciones? La realidad es que no. Tal y como aseguran desde la Harvard Health Publishing, publicación oficial de la Harvard Medical School, "el crujido de los nudillos parece producirse como consecuencia del aumento del espacio entre las articulaciones de los dedos", lo que genera que "las burbujas de gas en el líquido articular colapsen". Para que podamos imaginarlo gráficamente, el experto de la Harvard Medican School encargado del artículo explica que "es como inflar un globo y luego estirar las paredes del mismo hacia afuera hasta que reviente". El sonido es consecuencia del estallido.

Precisamente por esta razón no podemos crujirnos el mismo nudillo  dos veces de inmediato. Esas burbujas del líquido articular requieren tiempo para acumularse ahí, en la articulación. Sea como sea, la artilación no sufre ninguna clase de daño durante el proceso. Y lo sabemos, entre otras cosas, por la investigación médica que un especialista realizó sobre sí mismo durante cincuenta años. En concreto, como dicen desde la web del medio Healthline, "se crujía los nudillos de la mano izquierda dos o más veces al día pero nunca de la derecha" para finalmente estudiarlos y comprobar que estaban en el mismo estado de salud.

Posteriormente otro estudio, elaborado por investigadores estadounidenses, llegó exactamente a la misma conclusión: los crujidos de dedo no afectan en absoluto a la salud de nuestras articulaciones ni de ninguna otra parte de nuestra dedos o de nuestra mano. A menos que la fuerza aplicada o la técnica aplicada sea

demasiado intensa, avisan desde la Harvard Medical School: "Se han descrito luxaciones de articulaciones y lesiones de tendones después de intentos de crujir los nudillos". Eso sí, se trata de informes médicos raros dado que son muy poco frecuentes. En la inmensa mayoría de casos es inofensivo.

Por eso, recomiendan desde Healthline, publicación especializada en información sobre salud, "si notas que te duelen las articulaciones o están hinchadas mientras te crujes los nudillos, es probable que se deba a una afección subyacente como artritis o gota". Dicho esto, la realidad es que crujirse los dedos muy a menudo es en muchas ocasiones molesto para los demás convivientes o compañeros de trabajo. Para romper con este hábito, debemos "ser conscientes cuando lo estamos haciendo y encontrar otras formas de aliviar el estrés". Es complicado cambiar hábitos muy instaurados, pero desde luego es posible.