Vivir antes

Leo y Antonella ya disfrutan de sus primeros días de vacaciones

Leo y Antonella ya disfrutan de sus primeros días de vacaciones / sport

Risto Mejide

Risto Mejide

Los futbolistas siempre me han fascinado por un detalle que lo resume todo. Ellos no hacen vacaciones cuando todo el mundo. Ellos las hacen antes. Siempre antes. Exclusivamente antes. Aún no hemos empezado a tostarnos el resto de los mortales y ya disponemos de las fotos de vuelta al trabajo de nuestros cracks. Como si de una pretemporada del ocio se tratase, ellos prueban siempre los restaurantes, los hoteles, las playas, sus aguas y las localizaciones paradisíacas antes que tú. Me imagino que ese debe de ser el verdadero lujo, poder vivir las cosas antes que los demás. Vivir antes es mucho más trepidante que vivir deprisa. Vivir deprisa se da por sentado. Si a los cuatro estabas dándole patadas a un balón, a los doce tenías entrenador y fisio, a los diecisiete tu segundo mánager y a los diecinueve tu primer millón de euros, lo lógico es que todo en la vida te haya ido igual de rápido.

Tu ventana de oportunidad se centra en los 10 a 15 años que podrás desarrollarte como jugador de élite, de primer nivel. Y ahí tienes que intentar llegar a lo más alto, mantenerte entre los mejores y ahorrar lo suficiente como para vivir los próximos 40 años de tu vida manteniendo el patrimonio al que te hayas encadenado. Y por el camino, tratar de hacer lo que hace la gente presuntamente de tu edad. Enamorarte, formar una familia, divertirte y aprender de la vida. Transformarte y trascenderte, como cualquiera. Ahora añádele un viaje semanal y otro quincenal, otro para jugar con tu selección y entrenamientos, ruedas de prensa y compromisos publicitarios variados, todo ello por supuesto rodeado de un hermetismo y una presión mediática que hace que no puedas sacarte un moco sin que salga a toda portada en algún lugar del mundo. No, no estoy tratando de que nos den pena. Ni muchísimo menos. Ya nos gustaría a los demás llorar con sus ojos. Estoy poniendo en contexto la vida de cualquiera de ellos. Para llegar al punto fundamental en la felicidad de cualquier ser humano. Las vacaciones. El descanso. El reposo. El zen.

La vida antes es muy costosa. Como apuntaba arriba, el verdadero privilegio consiste en la anterioridad, pero también en poder disfrutarla en soledad. La distancia entre tú y otro al que no conoces es lo que llamamos lujo. Ya sea distancia en el espacio, o distancia temporal.

Y allí es donde entran los lugares pensados y preparados para estos nuevos millonarios con prisa. Islas, ciudades y escondites privados diseñados para que nada tarde, para que nada se demore. Ellos saben que están aquí y ahora y es cuando lo necesitan todo. Porque un día, todos esas atenciones no estarán. Se desvanecerán. Pasarán a ser el recuerdo más o menos vivo de quienes fueron. Y tendrán que soportar que les traten como a los demás. Tendrán que aprender a vivir en el después. Por haberlo vivido todo antes. Como dijo una vez el actor Mario Van Peebles, en la vida de cualquier personaje conocido, sea cual sea, existen solo 4 etapas: 1) ¿Quién es Mario Van Peebles? 2) Quiero a Mario Van Peebles. 3) Quiero un Mario Van Peebles más joven. Y 4) ¿Quién es Mario Van Peebles?