Un 'viejoven' llamado Gavi

Gavi, luchando un balón ante el Athletic

Gavi, luchando un balón ante el Athletic / Javi Ferrándiz

Rubén Uría

Rubén Uría

Gavi salió del campo lesionado. Rompió a llorar pensando que podría perderse el Mundial y el Camp Nou le despidió con una ovación cerrada. La que merece.

Hasta hace unos meses, no podía conducir, ni votar. Hoy, el mundo le ha votado 'Trofeo Kopa’ y ‘Golden Boy’. Doblete. Gavi ya no es el futuro, es el presente. Referente del Barça y de la selección, el volcán de Los Palacios se ha instalado en la élite.

A sus 18 años, es un gladiador con cara de niño, un veterano recién salido de la guardería y un éxito rotundo de La Masia. En la votación de ‘Tuttosport’ superó a Bellingham y Musiala. Es el cuarto español que lo consigue, después de Cesc Fàbregas, Isco y Pedri. Y en la del ‘Kopa’, días antes, el andaluz se impuso a Camavinga. En esa votación, por cierto, Messi, del que siguen opinando personajes que manejan la misma información de Leo que tiene el Teletexto, votó a Gavi por delante de su compañero de equipo, Nuno Mendes (PSG), y del gran favorito, Bellingham.

Los premios, lejos de masajear el ego de Gavi, sirven para reforzar lo incuestionable: el trabajo siempre paga. Poco ruido, muchas nueces. Algunos, si fueran de chocolate, se comerían a sí mismos. Este chico, no. Está centrado en trabajar, aprender y mejorar, como esos boxeadores que sueñan ser campeones del mundo, a los que se cansa en cada entrenamiento para que solo escuchen una voz, la de su sueño.

Han bastado dos premios para que Gavi haya puesto a bailar a los mediocres que decían que era un invento de la prensa culé, un caprichito de Luis Enrique y una moda pasajera. Es normal. Saben de fútbol lo mismo que una piedra y tienen el conocimiento justo para no hacérselo encima. Si ellos ladran, Gavi cabalga. Normal. Basta con ver los partidos. Arrasa con todo. Es un volcán en constante erupción. Tiene potencia, clase y combatividad. Carácter. Desprende perfume de futbolista grande. De los completos, de los de verdad.

Johan Cruyff siempre repetía: “Jugar al fútbol es muy sencillo, pero jugar un fútbol sencillo es lo más difícil que hay”. Gavi habla el ‘idioma Barça’ y lo interpreta a la perfección. Pasa, genera, dribla, rasca y lidera. Todo sencillo. Y eso, es lo más difícil. No es bonito, es bueno. Gavi no es un 10 en nada, pero es un 8 en todo. Es una estrella con alma de gregario. Un guerrero en miniatura, un alma rebelde que mete la cabeza donde otros retiran el pie. Es un acorazado de bolsillo que hace el campo grande cuando tiene la pelota y que lo hace pequeño cuando no la tiene.

A sus 18 años, es un 'viejoven'. No se corta ni con la policía. Dos pelotas y un balón. Pablo Martín Páez Gavira, Gavi, se ha ganado el cariño de la 'gent blaugrana'. Y solo agacha la cabeza para besar el escudo.

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