En el trono de Neptuno

Atlético de Madrid campeón de La Liga 2020/2021

Atlético de Madrid campeón de La Liga 2020/2021

Rubén Uría

Rubén Uría

En el trono de Neptuno, donde no cabe ninguno que no sabe soñar, partido a partido. En ese lugar imaginario que cantan Sabina y Leiva acabó esta Liga para corazones fuertes, donde el Atlético hizo un alarde de resistencia y se llevó un título merecido. Los de Simeone, especialistas en el arte de saber sufrir y hacer sufrir a sus aficionados, abrocharon en Pucela un campeonato trufado de emociones. Perdió una Liga que tenía ganada y ganó otra que todos creían que perdería. Así es la rosa, así es el cardo. Así es el Atleti. Más duro que los clavos de un ataúd. Espoleado por una primera vuelta brutal y superviviente de una segunda donde subió la marea, el equipo colchonero consiguió su undécimo título. Las paradas de Oblak, los goles de Suárez (gracias Bartomeu), las galopadas de Llorente (gracias Florentino), la contundencia de Savic, los quiebros de Correa, los arabescos de Carrasco y la capitanía de Koke sirivieron para culminar una carrera de obstáculos interminable, partido a partido. La religión cholista está de fiesta en el trono de Neptuno. Tiene motivos. Simeone es su pastor y nada les falta.

MANERAS DE MORIR

El Madrid murió de pie abrazando el subcampeonato y el Barça escogió despedirse de esta Liga por la puerta de atrás. Diferentes maneras de morir. La temporada no engaña: el Barça de la transición se consuela con su Copa, planea el futuro, busca un nuevo líder para su banquillo y anda a vueltas con una revolución 'low cost'. Al otro lado del puente aéreo, el Madrid rubrica un 'nadaplete' doloroso, atisba un cambio de ciclo y a falta de Superliga, suplica un Mbappé.

EL DOLOR DEL DESCENSO

Protesta el corazón en Valladolid, Huesca y Eibar. Dicen adiós a Primera y aunque sus aficiones son de Champions, pasarán un año en Segunda. Ahora el objetivo es levantar la cabeza, apretar los dientes, iniciar la reconstrucción y volver cuanto antes. Hoy la herida supura dolor, pero mañana volverá a salir el sol. Vuelvan pronto. Al fondo hay sitio. Caer está permitido, levantarse es obligatorio.