Traspasar a Arthur es un buen negocio

Arthur, a un paso de la Juve

Arthur, a un paso de la Juve / sport

Toni Frieros

Toni Frieros

Incluso el bueno de Josep Maria Minguella, que no es amigo de regalarle los oídos a nadie de la junta directiva del Barça, lo dijo el otro día. Hace más de 30 años que los clubs italianos pusieron de moda eso de traspasarse jugadores entre ellos mismos para cuadrar los balances económicos. Vamos, lo que hicieron Barça y Valencia con Cillessen Neto. Algo que se repetirá ahora con Pjanic Arthur Melo, con la diferencia que esta vez, incluso, el Barça va a ganar dinero. Los 80 millones que recibirá de la Juventus por el brasileño irán a beneficios de la temporada 2019-2020 (descontándose lo que quedaba por amortizar al Gremio de Porto Alegre cuando fue fichado hace dos temporadas) y los 70 que costará el bosnio se dividirán por los años de contrato que firme, que serán cinco. Económicamente el club tiene todo el derecho del mundo a intentar minimizar el impacto del coronavirus. Deportivamente es de suponer que la secretaría técnica pensará que el Barça saldrá ganando con el cambio Pjanic-Arthur. La respuesta a ese interrogante solamente la obtendremos con el paso del tiempo.

Y otro matiz. Se va un futbolista de 23 años, el brasileño, y llega otro de 30 recién cumplidos. Así, a priori, parece un paso hacia atrás porque en vez de rejuvenecer la plantilla, se envejece, teniendo en cuenta la cantidad de jugadores de gran peso que ya sobrepasan la treintena: Messi, Suárez, Busquets, Alba, Piqué...

A mi modo de ver Arthur es un futbolista que no molesta, que tiene sitio en el Barça. Posee clase, talento y es lo más parecido a Xavi que hemos visto. Algunas voces dentro de la Ciutat Esportiva dicen que se ha acomodado y que no siempre ha llevado una vida de jugador de élite.