'Tornarem'

Puyol pasó revista a su carrera futbolística en TV3

Puyol pasó revista a su carrera futbolística en TV3 / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Hay nombres que unen y otros que separan. Nombres que no generan duda alguna de su implicación con unos colores y otros que provocan ‘ismos’. Aún caliente la vergonzosa derrota que dejó al Barça desnudo y tiritando, aterriza en el club Ronald Koeman. Con las heridas abiertas, el holandés abandera su llegada con un “el fútbol es para disfrutar” que nos retrotrae a tiempos pasados, recordados y añorados. Respetado por todos, recoge los restos del naufragio y se prepara para iniciar una travesía en la que un timón llamado Messi está muy tocado, aunque no hundido. Un capitán no abandona el barco y él lo sabe.

El maremoto es de los que hacen época y pillan a Leo veterano pero es obligado devolverle las ganas. El hambre, como el valor, se le supone. Reconstruir la nave con materiales que no sean de derribo, es tarea de un club que va sacando la cabeza como puede en medio del oleaje. De todo lo leído y escuchado en las últimas horas sobre el fichaje de Koeman me quedo, con diferencia, con la reflexión y el recibimiento de otro barcelonista que une: Carles Puyol.

Ataviado con la segunda equipación de la temporada -un claro guiño al futuro- y algunos párrafos de la canción ‘Tornarem’, de Lax’n Busto, el eterno capitán le da la bienvenida en su IG al nuevo míster azulgrana con un ‘romper este desacierto, conversar con uno mismo y volver a las raíces de los sueños que nos vieron nacer. Es tiempo de ser valientes y de ser conscientes. Tras esta tempestad que escuece, sentimos que volveremos”. ‘Gallina de piel’ sentí escuchando en bucle este tema, con los rostros de Puyol y Koeman, capitanes de esta nave hoy bastante a la deriva. Sí, me ilusiona este entrenador.

Aquí lo dejo escrito, sabiendo el enorme trabajo que tiene por delante y un futuro a corto plazo que se me antoja muy complejo. Tiene que reestructurar la plantilla pero sabrá adaptarse a lo que tenga; insistió en el concepto ‘intensidad’, demostró personalidad, evitó críticas a los ya suyos y abrió la escotilla a unos cuantos. Será difícil pero ‘tornarem’.