Suárez se merece un respeto

Luis Suárez se ha quedado en Barcelona

Luis Suárez se ha quedado en Barcelona / AFP

César L. Menotti

César L. Menotti

Cuando se habla de este tipo de jugadores la primera exigencia que hay que imponerse es el respeto. Luis Suárez es un goleador de raza y si esta temporada todavía no encuentra los lugares comunes de su juego para eso está el equipo y los entrenamientos. Normalmente todo goleador tiene una racha adversa. Le ha pasado antes -y solo por nombrar a algunos destacados futbolistas- a Messi, a Cristiano y a Pelé.  

Hasta qué punto el funcionamiento del equipo está afectando al jugador es asunto de debate. El fútbol es antes que nada elección y ensayo. Si las cosas no funcionan con Suárez es de ahora, porque siempre colaboró mucho con el equipo. También los días que no marcó. Porque hablamos de un futbolista que vive amenazando los noventa minutos, que es dinámico y que es participativo. 

El entrenador es responsable de encontrarle acomodo y, si hay una lesión, en última instancia están las medidas de los médicos. Pero no me parece correcto poner en discusión a un delantero con esta trayectoria. 

Hay que tener paciencia con todos. Se puede equivocar Piqué en un achique y puede dar un mal pase Iniesta. Así que Suárez puede tener una racha sin marcar. La trayectoria le da mayor tiempo para revertir la situación. Su pasado reciente es una garantía de que se recuperará. Si fuera un chaval sería otra cosa. Pero estamos ante un futbolista de raza. Es demasiado aventurado cuestionarlo. Él ha fallado algunos goles que normalmente hace con naturalidad. No creo que haya sido un asunto muy ligado al sistema o los matices introducidos por Valverde. 

Son rachas. Lo bueno del Barcelona es que aunque no brille, sostiene una hegemonía respaldada por una idea. Hay futbolistas que son la Biblia del Barcelona. Las individualidades pueden no funcionar, pero al equipo lo sustenta una idea. Suárez  es un goleador. Y es muy probable que haya aspectos psicológicos que estén interviniendo. Porque así funciona la cabeza de un delantero. Pero ahí está la experiencia de un jugador que a veces se siente casi obligado al gol. Aunque el gol, como cada acción del juego, es consecuencia del juego. Así que, como mejor juegue el equipo, más fácil será que haga goles.

Si no marca, lo que le ayudará es contribuir al juego del Barcelona. Encontrar la serenidad, porque la exigencia es una costumbre en este Barcelona, pero también hay que serenarse un poco. El éxito apareció por una idea, por conceptos muy claros. Me acuerdo de la aparición de Busquets y cómo se puso en discusión. De él se decía que no era rápido, pero encontró un equipo que le dio el mejor contexto para su fútbol. Ahora es uno de los más grandes en su posición.

Con Suárez tiene que pasar lo mismo. Que el equipo le encuentre. Que se dé el mejor escenario para que exprese su fútbol. La idea está fuerte, así que seguro que ocurrirá. Así se ha visto en la historia reciente del club. Incluso esta temporada con la marcha de Neymar, primero. Y con la lesión de Dembélé más tarde. Valverde ha sabido aferrarse a la idea para construir un equipo sólido.

El Barça suena de una manera que puede estar más 

o menos afinado, pero el equipo en sí no ha perdido respeto por la idea.