El Sevilla, un hueso duro de roer

El Barça de Koeman empieza a carburar

El Barça de Koeman empieza a carburar / FCB

Jordi Cruyff

Jordi Cruyff

De todos los rivales posibles en semifinales de Copa del Rey, sin duda el Barça se enfrenta al hueso más duro de roer. Ambos equipos podían ser perfectamente los dos finalistas del trofeo. El Sevilla está en racha, bien posicionado en la Liga y con una plantilla espectacular, bastaba echar un vistazo a su banquillo contra el Getafe, reforzada con la llegada de Papu Gómez, que ha caído de pie en el Sánchez-Pizjuán viendo portería en su debut.

Pero esta ilusión copera del conjunto culé, después de una eliminatoria muy cuesta arriba contra el Granada, ha llegado como una dosis de oxígeno muy oportuna en su particular momento de superación. Hablamos de un equipo herido en su orgullo después de un inicio difícil de temporada, marcado por la inestabilidad institucional, y que ha ido enderezando el rumbo con una buena racha de puntos en las últimas jornadas de liga, plantándose en semifinales de Copa y aún vivo en Champions.

Lo cierto es que en esta eliminatoria entre los cuatro equipos que ha sobrevivido en la competición, ningún rival posible está luchando por otro objetivo que no sea llevarse este trofeo ahora que están a 180 minutos de poder alcanzarlo. Y eso iba a ser siempre un hándicap para el Barça. Pero el Sevilla son palabras mayores, se trata el conjunto más fuerte y consistente entre los clubes de segunda línea de la Liga, detrás de Real Madrid, Atlético de Madrid y Barça. Es el cuarto rival en discordia y todo un especialista en saber competir en eliminatorias, como ha demostrado en su exitoso paso por la Europa League. Y con otro excitante cruce de Champions en el horizonte contra el Borussia Dortmund.

Perderán probablemente a Lucas Ocampos en estas semifinales, pero cuenta con plantilla bien compensada, con unidad A y B, una idea clara de juego, una defensa con llegada y pegada en el ataque. Viven un momento dulce, con un entrenador como Julen Lopetegui reforzado en horas bajas con el buen criterio de Monchi, que eliminó de un plumazo cualquier ruido exterior que pudiera desestabilizar.

Para cualquier entrenador no es fácil recuperarse de un paso en falso en el Real Madrid. Manuel Pellegrini lo consiguió, primero en el Málaga con su buen papel en Champions y, posteriormente, conquistando la Premier con el Manchester City. Lopetegui llegó al conjunto merengue en un momento difícil para el club y después de una traumática salida de la Selección española en vísperas del Mundial de Rusia de 2018. En Sevilla ha encontrado un lugar que no es precisamente una plaza fácil, pero con potencial y pedigrí suficiente para encontrar su sitio en el grupo selecto de entrenadores. Si sigue así, va camino de conseguirlo.

ME GUSTA

La ilusión de la Copa del Rey. Esta edición ha vuelto a confirmar lo que ya pudimos observar el año pasado: las eliminatorias a un partido añaden un sabor especial a este torneo como ocurre tradicionalmente con la FA Cup de Inglaterra. Yo apostaría incluso por semifinales a un partido, en un estadio neutral, al estilo de Wembley. El calendario lo agradecería.

NO ME GUSTA

El exceso de demagogia sobre el contrato de Messi. Durante esta semana demasiadas figuras públicas, vinculadas o no al mundo del fútbol, han dado su opinión al respecto, incluso políticos que deberían preocuparse más por la situación país. Y sin tener ni idea de lo que genera un jugador franquicia y un gran activo para la industria del fútbol y, por qué no decirlo, para el país donde ejerce su profesión.