Cuando las pesadillas se hacen realidad

Jasikevicius se lamenta ante Unicaja

Jasikevicius se lamenta ante Unicaja

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

El Barça menospreció al Unicaja. Que la semifinal contra el Madrid estaba servida planeaba en el seno del equipo. Además, un buen arranque de partido no hizo sino aumentar esta sensación. De hecho, el encuentro transcurrió con ventajas de los blaugranas que supieron contrarrestar los intentos malagueños de darle la vuelta al marcador. Pero, por contra, no acabaron de cerrar el partido en las diversas ocasiones que tuvieron.

Tanto en el segundo como en el cuarto periodo, la renta blaugrana fue superior a los 10 puntos. Pero en vez de rematar el trabajo, dejaron que el Unicaja volviera al duelo. Inexplicable. Un déficit que está acompañando al Barça en excesivas ocasiones.

Creo que los hombres de Jasikevicius no contemplaban una derrota hasta que esta se hizo efectiva. Que del 64-53, en el definitivo cuarto, se pasara al 76-76, que forzó la prórroga, es algo inaudito si tenemos en cuenta la diferencia de calidad entre ambos equipos. He de constatar que en estos 10’ al Unicaja, cuando más presionó para igualar el encuentro, le señalaron 5 faltas por 9 a los blaugranas. Anotaron 14/15 tiros libres, mientras que los de Saras 7/8.

En el tiempo extra tampoco el Barça noestuvo a la altura. Nerviosos, agarrotados, inseguros y dejando que el Unicaja llevara la iniciativa. Una caricatura de equipo. Si, además, en los tiros libres se hacen regalos al rival, la consecuencia es quedar fuera de la Copa a las primeras de cambio.

DE MÁS A MENOS

En general, los blaugranas dominaron a los andaluces en rebotes, acierto y defensa. En el segundo periodo, el rendimiento de hombres como Nnaji, Higgins, Abrines o Tobey daban mucha sensación de consistencia. Ibon Navarro, que cuenta con un grupo con pocos cm, siempre exigió a los suyos jugar con mucha agresividad y velocidad. La defensa de cambios de los blaugranas fue relativamente efectiva.

En ocasiones cortocircuitó los ataques del Unicaja y ello les permitió seguir mandando en el partido. Pero, el perímetro andaluz se reinventó en el momento oportuno y acabó por decantar el resultado. La pareja Brizuela-Perry fue una pesadilla, con la inestimable ayuda de Kalinosky. Entre los tres sumaron 61 de los 89 puntos de su equipo. Imposible de entender que los blaugranas no fueran capaces de atarlos más corto.

No fue la noche de ninguno de los bases blaugranas. Más allá de sus puntos, en ningún momento se hicieron dueños del partido. De hecho, nadie se echó el equipo a sus espaldas en el momento de la verdad. Y me sorprendió que Higgins no estuviera en el tramo final del partido. En resumen, un desastre de Copa. Impensable para cualquier seguidor culé. Una enorme decepción. No sé que deben estar pensando los jugadores. Están en el Barça para ganar este tipo de partidos. Los que te llevan a los títulos.