La pegada culé marcó diferencias

La mayor efectividad del FC Barcelona apuntilló a un Sevilla que fue netamente superior en los primeros 25 minutos del partido. Un dato revelador de lo que fue el primer tiempo: De Jong desaprovechó tres claras ocasiones de gol ante Ter Stegen; Luis Suárez, en la primera opción que disfrutó, marcó todo un golazo.

Y, por si fuera poco, Arturo Vidal en la primera aproximación al área sevillista y Dembélé, en acción individual, redondearon el festival azulgrana en apenas ocho minutos de diferencia.

El Sevilla pagó muy cara su inocencia en los metros finales. Valiente en su planteamiento, con defensa muy adelantada y haciendo equipos cortos, algo poco habitual ante los de Valverde, se vio penalizado frente a un Barça que aguantó el chaparrón inicial y luego vivió de la efectividad cada vez que se aproximó al área sevillista.

caos sobre el terreno de juego Con todo decidido, el partido fue un caos en la segunda mitad. Sin nadie mandando, el choque se convirtió en un continuo de idas y venidas. En esta segunda mitad destacaron dos figuras, aunque por motivo muy diferente. En primer lugar, por fin, Leo Messi vio puerta tras otro lanzamiento de falta. El segundo protagonista no fue otro que Mateu Lahoz y su particular interpretación del reglamento de juego y orden disciplinario.

Lo cierto es que el Sevilla no mereció semejante castigo en su visita al Camp Nou. En esta segunda mitad también gozó de un par de ocasiones en las que no supo batir a Ter Stegen.

Consideración aparte el caso de Arturo Vidal. Tras sus dos últimos partidos, Valverde ya tiene nueva alternativa en el centro del campo.