Patrick Kluivert en medio del desconcierto

El Barça hizo oficial ayer un secreto a voces: Patrick Kluivert será el nuevo director de fútbol formativo

Patrick Kluivert en la previa de un PSG-Basel

Patrick Kluivert en la previa de un PSG-Basel / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça hizo oficial ayer un secreto a voces: Patrick Kluivert será el nuevo director de fútbol formativo del Barça. Kluivert personifica la última reestructuración del fútbol base en los últimos años, el enésimo volantazo en una cantera que es desde hace demasiado tiempo lo más parecido a un pollo sin cabeza. Es imposible saber si Kluivert será capaz de poner orden al caos actual, pero el contexto en el que ha sido nombrado es, como mínimo, desconcertante.

Porque es desconcertante que Kluivert tome posesión del cargo unas horas antes de que dimita Pep Segura, manager general. Es desconcertante que el nombramiento se produzca con el presidente de viaje y con un escueto comunicado, como si una vez más ni siquiera el club creyera en lo que está haciendo. Es desconcertante que nada se sepa del destino de Bakero, defenestrado a todas luces pero sin que se diga cuál va a ser su destino. Es desconcertante que vuelvan a desdoblarse las competencias entre primer equipo (Abidal) y cantera (Kluivert), cuando en realidad el gran problema ha sido siempre la desconexión entre los dos, que ha provocado que no suban jugadores a la plantilla profesional.

Es desconcertante que Bartomeu conceda a sus directivos críticos el nombre que pedían, el de Kluivert, y empodere a los que ya tuvieron el premio de la dimisión de Jordi Mestre. Es desconcertante que la primera foto de Kluivert sea con Xavi Vilajoana y Silvio Elias, dos de los directivos disidentes, como es realmente desconcertante que estos que se proclaman ser defensores del modelo tengan como candidato a Kluivert, del que nada se sabe ni de su relación con La Masia ni de su experiencia previa en el fútbol formativo.

Este encadenamiento de despropósitos hace pensar que al fútbol base se le instrumentaliza desde el gobierno y desde la oposición, también la interna. Mientras tanto, en medio de esta guerra intestinal de cargos, nombramientos y ceses, Cucurella jugará en el Getafe como premio a su buen año en el Eibar mientras el club, como explicamos hoy, se dispone a gastar dinero con un lateral izquierdo, eso sí, suplente.