Neymar: El dilema de la patria o de los 222 millones

El día de la presentación de Neymar

El día de la presentación de Neymar / sport

Manolo G. Crespo

Manolo G. Crespo

Neymar, presionado por su padre y representante,  sucumbió en verano a la tentación del dinero catarí y aceptó jugar las próximas cinco campañas en el PSG, en llevar la bandera del equipo francés, ser el líder y ayudar a conquistar la Champions. Para ello Al-Khelaïfi,  propietario y presidente del PSG, pagó los 222 millones de su cláusula y se hizo, en lo que fue considerado el bombazo del año, con el crack brasileño. 

Ganar la Liga ya se sabía que sería un paseo para el PSG, pero el gran objetivo era llegar muy lejos y, si era posible, ganar la Champions. Las cosas se torcieron con el 3-1 de la ida en el Bernabéu y ahora se han complicado más con la lesión del brasileño que le tiene más fuera que dentro del partido de vuelta en el Parque de los Príncipes. Los culés saben lo que es apostar por un crack mundial y no llegar más lejos por las lesiones: ¿verdad Maradona?

Esté Neymar roto o  no, y hasta que llegue la decisión final, estamos en una guerra de intereses entre la pasta que ha puesto el PSG, no solo para ficharlo,  sino también lo que le ha asegurado al jugador, que pasó de poder ganar 14 millones en el Barça a los 30 que recibe en el club parisino. Ahora, Al-Khelaïfi tensará la cuerda y tirará fuerte para un lado, tratará de que apure y juegue ante el Madrid, pero  todo Brasil (selección, torcida y medios) lo hará también con fuerza para el otro.

Lo importante es que al final el que no se  acabe rompiendo del todo sea Neymar. Los brasileños solo piensan en el Mundial de Rusia y en no perder a su crack y, por contra, el PSG en lo que ha invertido para quedarse, ahora, sin su estrella en el partido  más decisivo.

Por eso, aunque está más fuera que dentro, no lo descartan. Habrá que ver si Neymar se decanta por mamá o papá, si piensa que la Champions él  ya la ha ganado con el Barça y prioriza el Mundial, ese del que salió en el 2014,  por una entrada criminal del colombiano Zúñiga, o se le remueve la conciencia y trata de arriesgar, de jugar, que en el fondo es lo que más le gusta, y valora lo mucho que apostó el PSG por él y el contrato que le firmó.

Llegados a este punto. Si el PSG es mamá, y papá es Brasil, ‘Ney’ ha sido siempre mucho más de ‘o pai’.  El dilema final será si acabará tirarando más la patria o los 222 millones invertidos por el PSG. Veremos si se impone el poder y dinero catarí o la opinión de Neymar. Un jugador se dice que juega donde quiere. En esta  ocasión lo que hay que ver es si Neymar puede o quiere.