Ni Mbappé ni Neymar... la sorpresa es Mariano

Mariano ya es, de nuevo, futbolista del Real Madrid

Mariano ya es, de nuevo, futbolista del Real Madrid / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

En Francia aún se ríen de la jugada del Real Madrid. Es el problema de hinchar tanto un globo carente de contenido. Los franceses sufrían por si Florentino Pérez llegaba para llevarse a una de las dos estrellas del campeonato, con una constante de portadas sobre teóricos movimientos del Madrid para hacerse con Neymar o con Mbappé para acabar fichando a Mariano, el noveno máximo goleador de la Ligue 1. La imagen del Madrid queda tocada porque ha dejado de ser ese transatlántico capaz fichar todo lo que se proponía. El Barça sabe, de primera mano, que picar a la puerta del PSG es sinónimo de fracaso y el Madrid pareció no verlo. Quiso ser especial y el PSG le demostró que nadie se ríe de él.

Queriendo fichar a un crack para suplir la magia que desprendía Cristiano, el Madrid se ha tenido que conformar con Bale o Benzema, dos jugadores que no fueron al Mundial, y ahora con Mariano, un jugador que no contó jamás para Lopetegui como seleccionador y que jamás fue a ver a Lyon. El Madrid compra por unos 30 millones de euros a un jugador que vendió el pasado verano por 8, por una tercera parte de los ingresos de Cristiano. Mala gestión.

Bale y Benzema, grandísimos jugadores ambos, carecen de la fiabilidad de Cristiano que, con todo su comportamiento egocéntrico, era una garantía de minutos y de goles. Las lesiones condicionan al galés y los goles al francés. Ni Bale ni Benzema cumplen con esta exigencia de fiabilidad. Tampoco el de liderazgo. Ni el de raza ni el de carisma. Hay talento pero son incapaces de contagiar pasión. Han vivido a la sombra de Cristiano y ahora se les pedirá algo de lo que adolecen. Así pues, el Madrid tiene a tres parches. No será una tarea fácil porque Lopetegui es entrenador pero no un mago. Mal futuro se le presenta al Madrid producto del mal verano protagonizado por su presidente, quien, con su gestión, ha restado potencial a un equipo que acabó a 17 puntos del campeón de Liga.