La Liga que se ganará con una superioridad más aplastante

Messi en la celebración donde mostró sus dotes de bailarín

Messi en la celebración donde mostró sus dotes de bailarín / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

Ya es oficial: nadie aguanta el tirón brutal del Barça en la Liga, una competición en la que va camino de triturar todos los récords. La pregunta ya hace tiempo que no es quién va a ser el campeón, sino cómo y cuándo lo va a lograr. Por este motivo, la emoción ya solo está en cuestiones laterales: si el Real Madrid tendrá que hacerle el pasillo al Barça ya como campeón en el próximo clásico, si Messi va a lograr otra vez la Bota de Oro, el Balón de Oro o todos los premios a la vez, si el equipo podrá alcanzar el récord histórico de 38 partidos sin perder de la Real Sociedad (ahora está a solo dos) o si podrá mantener el registro increíble de goles encajados en un campeonato (hoy solo 13), que catapultan a Ter Stegen hacia la conquista del Zamora. Dos horas antes que el Atlético, el único equipo que se ha parecido a un rival, se desmoronara definitivamente en Villarreal, el Barça se comió al Athletic en 45 minutos deliciosos, y le sobró como tantas veces una segunda parte en la que antepuso su necesidad de dosificarse a la de hacer otra exhibición. Y es que el conjunto de Valverde sale ahora mismo a jugar los partidos ligueros subido a un estado de ánimo sublime, que le permite la mejor sensación posible en este deporte: ganar disfrutando.

Ayer Messi y compañía saltaron al Camp Nou dispuestos a pasárselo en grande y transformaron un partido de siesta en un festín de juego, ocasiones y alegría. Pero la capacidad de control de la situación de este equipo es de tal envergadura que siempre encuentra el momento para frenar, levantar el pie y reservar energías para la siguiente etapa. La buena noticia es que, después de un ligero bache físico en marzo, la sensación es que el Barça llega al tramo culminante en la mejor forma de la temporada, con tres títulos a punto (La Liga), muy cerca (La Copa) o factibles (Champions), algo que han logrado muy pocos equipos a estas alturas de la temporada. Se puede discutir sobre si este Barça es más o menos romántico, más o menos virtuoso, que otros grandes de la historia. Pero lo que nadie puede discutirle es que es el que ha mostrado una superioridad más aplastante en la Liga, al menos en lo que se recuerda del fútbol moderno: nadie la ganó con tanta contundencia, nadie la dejó decidida tan temprano, nadie lo hizo con tanta fiabilidad. El Barça de Valverde, poco a poco, va haciéndose un hueco en la Historia.