Leo Messi por fin se sale con la suya

Leo Messi, llorando como un niño sobre el césped del estadio Maracaná, y todos los compañeros del equipo, también campeones como él de la Copa América, corriendo hacía donde estaba el ‘10’ para abrazarse y festejar juntos un triunfo especial por lograrse en Brasil, contra Brasil. Un pequeño maracanazo para un grupo de jugadores a los que la suerte les había dado la espalda.

Y no solo lo sufría Leo. También el Kun, Di María u Otamendi. Todos de la misma generación que habían perdido hasta cinco finales. Casi nada. Parecían gafados y se sacaron la espina en el escenario más especial. 

El destino tenía reservado para él y los de su generación un premio gordo porque conquistar el primer título en un escenario así, ante un rival así… es para cantar eso de ‘¿Brasil, decidme qué se siente?’, el himno que se entonó en ese maldito 2014 en el que perdimos a nuestro querido Topo López.

Hoy ha sido su viuda Verónica Brunati y Joaquim Piera, nuestros corresponsales en Argentina y Brasil, quienes nos han contado para SPORT los avances de una Argentina en la que Messi fue escogido MVP de todos los partidos, de los pésimos precedentes que acompañaban a la albiceleste de cara a la final... hasta conquistar el título.

Messi empezará hoy vacaciones antes de llamar a su padre Jorge para saber cómo está su contrato con el Barcelona. No quería saber nada porque vivía concentrado con la Copa América, pero ahora tocará girar página y pensar en el futuro que le espera, presumiblemente en el Barcelona.

Leo ya ha dejado claro que quiere seguir en el Camp Nou, aunque no pueda estar acompañado de un equipo top, aunque tenga que rebajarse el sueldo, aunque ahora esté perdiendo 100.000 euros diarios por cada día que está sin contrato. Porque Messi ha demostrado, tanto con el Barcelona como con Argentina, que es de los que les cuesta tirar la toalla. Que las cosas se pueden poner feas, pero la perseverancia es otra de sus muchas virtudes.