El Girona, un ejemplo de gestión

El Girona de fútbol y el Bàsquet Girona ponen el foco sobre la ciudad

El Girona de fútbol y el Bàsquet Girona ponen el foco sobre la ciudad / David Borrat

Gerard López

Gerard López

Hay veces que en el fútbol te encuentras casos de equipos con gestiones dudosas; clubs con posibilidades económicas, pero sin gente preparada a nivel ejecutivo para ponerlo en práctica. Otros ejemplos de desastres de gestión: presidentes que quieren decidirlo todo, presidentes propietarios y representantes de por medio haciendo lío.

El Girona es un ejemplo de lo contrario, el resultado del trabajo bien hecho. De la constancia y la ejecución de un modelo llevada a la máxima expresión. Su ascenso es una gran noticia y hay que resaltarlo, porque no es solo lo que ha ocurrido en el terreno de juego. Empezando por la figura de la propiedad, tener un grupo detrás como es City Group con personajes tan importantes como Ferran Soriano, Pere Guardiola o Marcelo Claure, gente que tiene mucha capacidad, mucho músculo económico, y a la vez, experiencia en el mundo del fútbol.

Todo esto hace que sea un apoyo básico, no solo para asumir un reto económico, también para recibir jugadores en forma de cesiones de un grupo tan potente como el City. Hay que continuar por la presidencia, con la figura de Delfí Geli, un presidente ejemplar. Siempre con un tono conciliador y transmitiendo la sensación de que es un presidente implicado con la ciudad y sus políticas.

También una figura capaz de delegar las decisiones ejecutivas a gente preparada. Y ahí es donde entra uno de los grandes secretos del éxito del Girona: la estructura deportiva comandada por una figura como Quique Cárcel con personas por debajo que hacen un gran trabajo de captación y de fútbol base espectacular como Juan Carlos Moreno, Iván Hammouch, Santi Pou... gente que llevan muchos años trabajando juntos, que se conocen muy bien, y que al final no solo es el primer equipo el que ha logrado el éxito.

La sensación es que el Girona, a nivel fútbol base, también se ha hecho de los más fuertes de toda Catalunya y ahora mismo es un equipo interesante como destino para cualquier chico. Nos queda hablar de la apuesta de banquillo y vestuario. La apuesta por Míchel fue valiente. Es cierto que era un entrenador con experiencia en equipos, como el Rayo o el Huesca con los que había ascendido, pero el inicio de temporada no fue nada fácil. Durante muchas semanas el Girona rozó la zona del descenso.

Y ahí lo más fácil hubiera sido destituir el entrenador, en cambio el Girona dio un paso adelante y le dio confianza hasta renovar a Míchel antes del play-off. Eso también fue una muestra de voluntad, de ir juntos, y finalmente eliminar al Eibar con una gran reacción y demostrar su superioridad ante el Tenerife. Es el mejor resumen de una gran gestión. Gracias a ella ahora tenemos un tercer equipo catalán que dará mucha guerra en Primera.