Gerard Piqué for president

Piqué no se ha mordido durante su directo en Twitch

Piqué no se ha mordido durante su directo en Twitch / EFE

Joan Vehils

Joan Vehils

Quizá lo que necesita el Barça es que Gerard Piqué se retire y empiece a preparar su propia candidatura a la presidencia del FC Barcelona. A corto plazo perdería el equipo, pero quien sabe si su presidencia revolucionaría al club o al fútbol español en general. Piqué es un futbolista atípico. Un tipo capaz de conseguir 40 millones de euros al año para la Federación Española de fútbol y de lograr un contrato millonario convenciendo a uno de sus socios para patrocinar la camiseta del Barça. Me refiero a Rakuten, claro.

Un empresario que se enfrenta sin ningún rubor, en directo y con cámaras de por medio a cualquier periodista que cuestione su manera de hacer ‘bussines’. Es, también, un joven yuppie que domina las redes sociales y las nuevas maneras de comunicarse entre las nuevas generaciones. Un ejecutivo con buena planta, pero que no necesita dinero porque ya es millonario. Un niño que ha vivido el barcelonismo desde que nació y un joven que tuvo que afrontar una aventura en el extranjero para poder triunfar luego en el Barça. En definitiva, la historia de Gerard Piqué reúne todo lo necesario para presentarse a unas elecciones a la presidencia del Barça y triunfar. Algunos pueden pensar que eso es imposible, sin embargo, no se trata de una historia impensable o una simple suposición. El propio futbolista nunca ha escondido que una vez concluida su carrera deportiva le gustaría presidir el club. Es más, a sus íntimos les asegura que va en serio y que no va de farol.

Según los estatutos del FC Barcelona cualquier socio del Barça puede presentar candidatura siempre y cuando lleve dos años desvinculado de cualquier relación contractual con la entidad. O sea, que, si se retirara a final de esta temporada, dentro de dos años podría encabezar una candidatura. Sin duda, Piqué rompería con los actuales ‘ismos’ porque recibiría el apoyo de laportistas, rosellistas o nuñistas. Por contra, seguro que crearía unos nuevos ‘ismos’. Desgraciadamente la historia y uno de los principales problemas del club es la eterna división de sus socios. En definitiva, un calco de lo que sucede en Catalunya. Todo está partido en dos y así es muy difícil avanzar. Estos días he escuchado a muchos culés defendiendo a Piqué, pero quizá tantos como atacándole.

La gran duda de los barcelonistas ante una posible candidatura de Piqué es que los socios del Barça vean en el futbolista como un tipo altivo y elitista. En general, al culé siempre ha preferido un perfil más cercano a Xavi que a Gerard. El propio entrenador del Barça declaró esta semana estar a las antípodas del estilo de vida de Piqué. Xavi se definió como una persona diplomática, discreta y prudente, mientras que de Piqué dijo que era extrovertido y que le gustaba estar en boca de la gente. Lo dicho, el central azulgrana lo tiene todo para triunfar, pero debería modelar su imagen pública y ser más prudente en sus comparecencias. Esa imagen de prepotencia y endiosamiento que traslada en sus apariciones nocturnas en Twitch no se corresponde con la de un futbolista que viste la camiseta del Barça. Cuando cuelgue las botas que haga lo que quiera, pero mientras sea futbolista del Barça debería intentar ser más Xavi que Piqué.