La fórmula Barça para ganar la Champions

Messi sentenció la Liga con un toque sutil

Messi sentenció la Liga con un toque sutil / AFP

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Ser fanático del Barça no significa poder exigir la perfección. De la misma manera que a un hijo no hay que pedirle más de la cuenta, al club de tus amores tampoco es cuestión de pedirle proezas. En consecuencia, una cosa es ser ambicioso y otra distinta es ser injusto. Al Barça hay que juzgarle en función del momento actual, las comparaciones con el pasado son perder el tiempo.

Esta reflexión viene a cuento porque algunos barcelonistas no han valorado en su justa medida el triunfo sin precedentes en Old Trafford, como si ganar en el teatro de los sueños no tuviera un mérito importante. Por supuesto que siempre se puede jugar mejor, pero conviene recordar que el equipo de Valverde ha sido el único que ha ganado en campo contrario en la ida de los cuartos de final de la Champions. Un resultado para estar contentos ya que suma tranquilidad  con esperanza.

Después de tres palos muy duros en forma de eliminaciones consecutivas, hay que reconocer que el Barça ha aprendido que la Champions no se juega como la Liga. Una competición por el sistema del KO exige una mentalidad y estrategia diferente. En la Liga puedes cometer errores y hay posibilidad de enmendarlos. En Europa un mal día te puede costar la vida. Así se explica que frente al United jugaran con mas cabeza que corazón. Pragmáticos al cien por cien, sin  asumir riesgos innecesarios. El mejor elogio que se puede hacer del planteamiento de Valverde es que Ter Stegen no tuvo necesidad de parar ningún disparo a portería. 

La Champions no la gana el mejor equipo, sino aquel que en el momento culminante de la competición sabe ser pragmático y eficaz. Y el que piense lo contrario, que analice como ganó el Madrid los últimos títulos. Con mas fortuna que buen juego, con mas coraje que talento. En la final del 2016 en Milán, levantó la copa gracias a la ruleta de los penaltis. Juanfran falló por el Atlético y Cristiano les dio la gloria. En la final del 2018, contra el Liverpool, volvieron a tener la fortuna de cara, el portero alemán Karius tuvo dos fallos históricos que fueron un auténtico regalo. El Barça debe aprender la lección. El fondo está por encima de la forma. Importa ganar y lo de menos es cómo. Con esta perspectiva hay que analizar el 0-1 de Manchester. La historia destaca al campeón, el estilo de juego queda eclipsado por el marcador.

La fórmula Barça para ganar la Champions prioriza no encajar goles por encima de todo. Jugar serio, control de balón y gran derroche físico. Aunque pueda parecer una perogrullada, no recibir ningún gol te asegura no perder mientras que marcar goles no es sinónimo de victoria…si encajas más tantos de los que metes.

Por todo ello es tan importante que la defensa del Barça esté ahora en su mejor momento. Con la experiencia y solidez de Piqué. La eficacia y regularidad de Lenglet . La confirmación de que Alba sabe sacrificar sus incursiones como extremo para proteger la banda en los partidos clave. Y con Semedo creciendo como marcador implacable gracias a su velocidad y concentración. La frase hecha de que la mejor ataque es una buena vale para el Barça actual. Messi Suárez marcan los goles que marcan porque tienen las espaldas bien cubiertas.