La exigencia de Koeman a las 'vacas sagradas'

Koeman, en rueda de prensa

Koeman, en rueda de prensa / FCB

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça tiene que reaccionar. Está obligado a recuperar su mejor versión en la Liga. Aquella que le llevó a sumar siete victorias consecutivas antes del decepcionante empate ante el Cádiz. El Barça tiene que reaccionar. Anímica y futbolísticamente. Porque todavía no hay nada perdido. Nada. Matemáticamente, tiene opciones de ser campeón de todo. Otra cosa son las sensaciones. Y las estadísticas. Que son negativas. Muy negativas. Pero no vale rendirse. El Barça no puede rendirse en el mes de febrero. La plantilla más cara del mundo no puede bajar los brazos cuando quedan más de tres meses de temporada por delante. Hay que luchar por la Liga. Hay que luchar por la Copa. Y hay que luchar por la Champions. Las remontadas milagrosas solo se consiguen con esfuerzo, con trabajo, con intensidad, con confianza, con orgullo... Actitudes, todas ellas, imprescindibles. Exigibles a cualquier jugador del Barça. El primer paso pasa por evitar errores individuales que han costado demasiados puntos. Y el segundo, por mejorar el rendimiento ofensivo: la falta de gol ha evitado que se pudieran sentenciar muchos partidos.

Koeman lo sabe. Por eso ayer lanzó dos mensajes a la plantilla. Uno de optimismo: “¡Podemos!”. Y otro de exigencia a los capitanes: “¡Tenéis que tirar del carro!”. El entrenador conoce los códigos del vestuario. El fue estrella antes que técnico. Y entiende perfectamente que las críticas deben corregirse internamente. Con broncas, si es necesario. Mientras que de cara al exterior hay que mostrar el perfil más conciliador. El holandés no será el primer en tirar la toalla. Por supuesto. Igual que se mostró satisfecho del rendimiento de sus jugadores hace solo una semana, antes de la humillación frente al PSG y el tropiezo contra el Cádiz, ahora les pide que demuestren su calidad y su compromiso con el Barça. Especialmente a los veteranos, a las ‘vacas sagradas’, como diría su maestro Johan Cruyff. Los próximos quince días son vitales para saber si este proyecto en construcción aspira, de verdad, a ganar algo. O, simplemente, estamos en una temporada de transición que acabará en blanco.