El eterno optimismo de Laporta

Laporta cumple hoy 60 años más en forma que nunca. Optimista ante el gigantesco reto que afronta en el Barça. Dispuesto a resucitar el club y devolver la ilusión a todos los culés. Y resuelto a avanzar con su proyecto a pesar de las enormes dificultades que debe superar. Hoy tiene previsto anunciar la activación de una de las ‘palancas’ que deben procurar oxígeno a la entidad blaugrana: la cesión de un 10 por ciento de los derechos de televisión durante 35 años al fondo de inversión Sixth Street por 265 millones de euros. Estos ingresos deben servir para cerrar el ejercicio 2021-22 con beneficios (hay una previsión de pérdidas de unos 150 millones) y empezar a generar ‘fair play’ para poder anunciar los dos primeros fichajes: Christensen y Kessié. El hecho de que sean dos futbolistas que llegan gratis (acaban contrato mañana, 30 de junio) no debe restarle valor a sus incorporaciones. Son dos jugadores de rendimiento inmediato con un valor de mercado elevado: 35 millones el central y 45 el centrocampista.

Laporta, como gran futbolero que es, desea construir la mejor plantilla posible y ponerla a disposición de Xavi, para que pueda crear un equipo competitivo y que opte a todos los títulos. Se está involucrando personalmente en algunas operaciones especialmente complejas (como la de Lewandowski), pero siempre dejando la negociación en manos de Mateu Alemany. El presidente sabe que los socios valorarán su labor, al final, por los resultados deportivos. No todo son los títulos. Pero hay que ganar para que el Barça vuelva a ser el mejor club del mundo. El mismo que construyó Laporta en su primera etapa.

Laporta, insisto, es eternamente optimista. Y transmite confianza. Así lo pudo comprobar el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la animada charla que mantuvieron antes del acto de la PIMEC en el Camp Nou. Hablaron de fútbol, de basket (por supuesto) y de la importancia de que Barça y Madrid sean dos instituciones fuertes en España y en Europa. Es lo que tiene Laporta: en las distancias cortas todavía convence más. Aunque no todo el mundo piense igual. Víctor Font, su principal rival en las pasadas elecciones, ofreció ayer una rueda de prensa para valorar la última temporada. Y fue duro con el presidente: improvisación, falta de transparencia, mala gestión... Si Laporta consigue revertir la dramática situación del Barça, todos los argumentos de Font quedarán olvidados. Tiempo al tiempo.