El desastre de un Gamper sin público

El Camp Nou solo acogerá a 20.000 aficionados en el Gamper

El Camp Nou volverá a acoger público

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

El Barça se ha encontrado con un inesperado problema, la decisión del Departament de Salut de dar marcha atrás y no permitir la entrada de público en el Camp Nou el próximo día 8 para el doble Barça-Juventus (masculino y femenino) del Trofeo Joan Gamper.

Lo que debía ser una puesta de largo ante la afición se ha transformado en un contratiempo mayúsculo, por el duro impacto económico que tiene, pero también por el trastorno a nivel social que ocasionará a corto y medio plazo. Vaya por delante que lo primero es combatir la maldita pandemia y que todos los esfuerzos y sacrificios destinados siempre serán pocos. Simplemente se pide a los administradores de lo público que sus decisiones tengan coherencia y se rijan por el sentido común. También en los temas referidos al mundo del fútbol. Y ese matiz es el que ha causado malestar en can Barça.

La punta del iceberg

Un Gamper sin público implica que el club deja de ingresar unos 10 millones de euros. Hasta este miércoles, con el permiso para dar entrada a un 20% del aforo, los ingresos se estimaban en 1 o 1,5 millones. La restricción decretada por Salut llega cuando ya se habían vendido las entradas disponibles. Los responsables blaugranas se quedan sin esos ingresos y se plantean trasladar el Trofeo Joan Gamper al estadio Johan Cruyff.

Pero esto puede ser la punta del iceberg si se tiene en cuenta que las previsiones de la Liga eran arrancar el fin de semana del 14-15 de agosto con un aforo en las gradas del 70%. Nadie espera que en una semana se pase de prohibir la asistencia a permitir un 70% de público en el Camp Nou. En cambio, se le ha puesto el cerrojo de un día para otro. Un nuevo palo a la economía del club y un posible conflicto con los socios que ya se veían de regreso al Estadi.