Conseguí que el Barça fichara a Romario a coste cero

El presidente Josep Lluís Núñez y Romario

El presidente Josep Lluís Núñez y Romario / SPORT.es

Josep M. Minguella

Josep M. Minguella

Romario fue uno de los jugadores más destacados de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Sin embargo, el Barça se fijó en otro jugador porque necesitaba otras cosas y fichó a Aloisio. Romario se marchó al PSV Eindhoven, que históricamente ha fichado muy bien en Brasil por la filial de Phillips que tienen allí.  Por este motivo, el PSV siempre ha recibido buenas recomendaciones sobre futbolistas suramericanos.

Pasados unos años, con Johan en el banquillo, me llega la información de que Romario está en el mercado. Lleva tiempo en Holanda, se aburre y quiere salir. Por tanto, surge la posibilidad de que el Barça lo fiche. Se lo comenté a Cruyff y me respondió: “Éste es muy bueno, pero no te lo venderán barato”.

Con el visto bueno de Johan me puse en marcha. Contacté con el gerente del PSV, lo invité a Barcelona, conversamos y me dice que por unos 300 millones de pesetas, unos 2 millones de euros actuales, se podría hacer el traspaso. 

Tras informar a Johan, me emplaza a que hable con el presidente y Núñez me contesta que no hay ninguna opción de fichar a Romario, que no podemos fichar a nadie por una cuestión de presupuesto. Le argumentó que Romario es un jugador muy destacado, un gran goleador, pero Núñez insiste en que no se quiere endeudar. Estamos hablando del momento de la batalla entre el presidente y Johan con el famoso debate del dinero en el campo o en el banco.

Como yo era un enamorado de Romario, lo había visto en una final de Copa América en Maracaná, que jugaron Uruguay-Brasil. Los dos delanteros eran Bebeto-Romario. Se me ocurre una idea para que la operación fuera viable. Hablo con TV3, que necesitaban mucho del Barça para sus audiencias. Estaban Tatxo Benet y Jaume Roures en deportes y les pregunto, ¿por 5 o 6 amistosos del Barça, cuánto podéis pagar? Me dicen una cantidad con la que cubriría el gasto de Romario y además dejarían un dinero extra.

Johan da su visto bueno y le explico a Núñez que tengo la combinación para que Romario llegue gratis al Barça. Solo había que jugar aglún amistoso entre semana, que sustituía el entrenamiento, y se volvía el mismo día. Núñez dio el OK y se hizo. El Barça, por tanto, lo fichó a coste cero. Tamayo, de viajes Marina, se encargó de la organización. Fuimos a Copenhague, Roma, Almería…y Romario pudo jugar en el FC Barcelona sin que las arcas del club lo notaran lo más mínimo.