FC Chino-Chano

Junior Firpo, jugador del Barcelona

Junior Firpo, jugador del Barcelona / sport

Carles Sans

Carles Sans

No hay equipo. Tal y como titulaba Lluis Mascaró en su artículo postpartido de la Champions, el Barça no tiene equipo para ganarla. Ya está. No nos engañemos y demos gracias si pasamos la eliminatoria. La alineación que presentó Setién probablemente no fue la que hubiera decidido Ernesto Valverde.

Ya sé que se trata de una especulación, pero tengo fundamentos para pensar que quien alzó al primer equipo a Ansu Fati la noche del martes lo hubiese puesto de titular. Si a Quique Setién se le ha fichado para esto no hacía ninguna falta todo el despropósito del adiós a Valverde¿Qué dicen ahora aquellos que criticaban al Txingurri por no dar oportunidades a Riqui Puig?

Veo que con el nuevo entrenador sigue teniendo las mismas, es decir, ninguna. El juego que exhibió el Barça en San Paoli, especialmente en el primer tiempo, fue aburrido y desesperante, sin un solo jugador que tuviese una idea o la seguridad necesaria para tomar una decisión que sorprendiera al Nápoles.

A algunos jugadores les quema el balón, y si no, que se lo pregunten a Junior Firpo, que todo el primer tiempo se limitó a devolver desde la banda los balones que le pasaba Umtiti. Todo predecible, a chino chano. Uno acaba mirando a Messi y esperando que el argentino se saque un conejo de la chistera. Pero Messi, por mucho que algunos así lo llamen, no es Dios. Aún no alcanza a hacer milagros.

Fíjense que en la primera parte, a pesar de la ventaja en la posesión, los comentaristas de TDP pedían que se pitase el descanso. Llegó el gol de Griezzman en la única jugada de combinación rápida que recuerdo. Como si de repente hubiera habido un destello de lo que el Barça debería hacer para ser el Barça. Pero nada. Otra vez pases y más pases y un único jugador que se movía a una intensidad distinta y alocada: Arturo Vidal.

El domingo hay que animar a este equipo, pero sabiendo que están dando lo último que les queda. ¡Ojo al Real Madrid! Más allá del resultado, no me gustaría volver a ver en el Bernabéu a un Barça tan tacaño.