Opinión

El Barça pierde porque se ha vuelto resultadista

El Barça, cabizbajo

El Barça, cabizbajo / Javi Ferrándiz

El Madrid regaló al Barça un empate que le permite mantenerse líder pero que no puede esconder sus debilidades. Y es que los de Valverde volvieron a quedarse catatónicos en Levante y se desplomadron estrepitosamente una vez más, como ya les sucedió en Bilbao y Pamplona en forma de derrota, pero también ante el Inter, el Sevilla o el Salvia a pesar de la victoria. Son ya demasiados desmayos imprevistos, síntomas (que se repiten cíclicamente) de una preocupante enfermedad, que puede volverse grave si no se actúa ya con decisión.

El momento clave del partido ante el Levante fue la salida del segundo tiempo, en el que el Barça, con 0 a 1 en el marcador, volvió a echarse una siesta en lugar de ir a sentenciar el partido. Lo realmente alarmante es que se repite un patrón que ya hemos vivido demasiadas veces este año: cuando el equipo se ve por delante en el marcador cae inmediatamente en la tentación de levantar el pie del acelerador, como si la prioridad número uno ya no fuera ganar o jugar bien sino dosificarse. La prisa que tiene el equipo para dormir los partidos con el marcador ajustado denota que cada vez se está más lejos de aquella filosofía que decía que para conservar un marcador lo mejor no es defenderse sino atacar.

El Barça, hoy, especula, dosifica y juega con el marcador tan descaradamente que no solo está tirando por la borda partidos que tenía ganados sino que alguien debería avisar a los jugadores y al cuerpo técnico que de paso están tirando también por la borda uno de los principios básicos del ideario clásico blaugrana.

Los de Valverde se desplomaron en Levante en solo siete minutos, en los que recibieron nada más y nada menos que tres goles, una circunstancia más propia de un equipo de benjamines que de un elenco de supuestas estrellas. Una caída libre que ya está escrita en cualquier manual: cuando te vuelves resultadista, pierdes. Atención porque el Barça sufre una hemorragia futbolística desde el principio de temporada, y si no se sutura rápidamente el corte puede provocar un desangrado fatal.

PREOCUPANTE ANÁLISIS DE VALVERDE 

Tan alarmante como la derrota fue la falta de respuestas de Valverde al angustiante desplome ante el Levante. El entrenador del Barça no quiso, o no pudo, dar ninguna explicación y se limitó a decir: “Se ha perdido, y ya está”. Pues no, no está. Nunca está. Cualquier derrota tiene sus causas, su explicación, su diagnóstico. Si no los encuentras es que  tienes dos problemas: no solo pierdes sino que además no sabes por qué.

EL PEOR PARTIDO DE PIQUÉ 

Hace mucho tiempo que no se recordaba un partido tan malo de Gerard Piqué, un jugador que siempre da la cara en los malos momentos, y que sin embargo ayer fue superado en todo momento, goles incluidos. Su naufragio fue amplificado por el partido también pésimo de Clément Lenglet, también perdido y desbordado a cada andanada del Levante.