Barça, ¡no más Murillos ni Boatengs, por favor!

En las páginas de la edición de SPORT de este lunes les hablamos de los últimos movimientos estratégicos que está llevando a cabo la secretaría técnica del FC Barcelona de cara a la inminente apertura del mercado de invierno. En principio, la idea del club es aligerar la nómina del primer equipo y, de paso, hacer caja, dado que el club azulgrana tiene presupuestado ingresar algo más de 100 millones de euros esta temporada por la venta de alguno de sus activos. ¿Será Rakitic? ¿Será Arturo Vidal? ¿Será Aleñá? Todo está abierto, así que, por lo tanto, todo puede suceder.

Bueno, todo no. Lo que no entendería nadie es que el club, con la anuencia de Ernesto Valverde, hiciera un intercambio de cromos a la baja (vender caro y comprar barato... o cedidos) para traer jugadores con el perfil de Murillo y Boateng, como ocurrió en el mercado de invierno de la última temporada. Es verdad que esta vez las circunstancias son diferentes, ya que todas las posiciones están más o menos dobladas, no hay futbolistas con lesiones de larga duración y, en principio, no sería necesario fichar a nadie.

En el caso de que fuera preciso hacerlo, habrá que exigirle a la secretaria técnica del Barça que no caiga otra vez en el ridículo protagonizado hace doce meses, cuando trajeron a al defensa Murillo y al delantero Boateng cuyo rendimiento fue, sencillamente, invisible y nefasto. Para eso, que Valverde mire hacia abajo y eche mano de alguno de los excelentes jugadores que tiene el Barça B en todas sus líneas. Hay donde escoger.

Lo ocurrido con Murillo y Boateng, que se fueron por la puerta de atrás, fue el episodio más gris que ha protagonizado la secretaria técnica del Barça desde los fichajes de los famosos Keirrison y Douglas. Que ya es decir.