Opinión

El Barça solo compite a ratos y eso se paga

Xavi, durante el partido contra el Nápoles

Xavi, durante el partido contra el Nápoles / VALENTÍ ENRICH

La portada de la edición número 16.000 de Sport no es la que habíamos soñado. Estábamos convencidos que el Barça lograría una victoria en el estadio Diego Armando Maradona en su regreso a la Champions, pero no pudo ser. No hay manera de realizar un buen partido completo. Salieron enchufados, o muy enchufado, por lo que nos tienen acostumbrados, pero se fueron diluyendo conforme avanzaba el partido.

Durante los primeros minutos estuvieron bien posicionados sobre el terreno de juego, con constantes recuperaciones de pelota y mostrando una concentración poco habitual. Es verdad que el Nápoles ofreció muy poco, pero la presión ejercida por los azulgranas durante el primer cuarto de hora hacía tiempo que no la veíamos. No hubo oportunidades claras, pero el Barça merecía el gol. Sin embargo, los napolitanos fueron asentándose en el campo hasta llegar a tener más posesión que los de Xavi en los últimos minutos de la primera mitad.

Tampoco arrancaron bien tras el descanso, pero Lewandowski, que ya lleva cuatro jornadas anotando, adelantó al Barça en una demostración de su clase. Y, claro, tras el gol, el desastre. El equipo se vino abajo y el Nápoles encerró a los azulgranas en su área.

Dijo Xavi tras el partido que todo se había hecho bien, que el equipo había dado una buena imagen, pero que les faltó competir y controlar el balón tras el cero a uno. Pues sí, quizá merecían más, pero en la Champions hay que competir durante 90 minutos y el Barça lo hizo a ratos. A todo eso, el centro del campo del Barça sigue siendo la línea más floja y eso se nota.

En fin, que en condiciones normales el Barça debería pasar la eliminatoria sin demasiadas dificultades, pero ya nadie pone la mano en el fuego por este Barça. El Nápoles es hoy mucho peor que el Barça. El próximo 12 de marzo veremos como llegan unos y otros.

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