Se avecina una revolución (... y afectará al FC Barcelona)

Se afirma que no hay acto más democrático que poder ejercer libremente el derecho a voto. Tanto o más debería serlo disponer de las facilidades y de los mecanismos adecuados para tal menester. Es decir, leyes que se adapten a las realidades y necesidades de los tiempos que vivimos. Y en este apartado parece que vayamos a dos velocidades diferentes.

Por un lado, vivimos en una sociedad digital que nos permite, sin salir de casa, o desde el rincón del mundo en el que nos encontremos, usando un smartphone, comprar cualquier producto, hacer la primitiva, mover el dinero de tus cuentas bancarias y millones de acciones más. Hay pasarelas de seguridad que lo permiten. Por otro lado, sin embargo, llegado el momento de votar en unas elecciones, es obligatorio hacerlo presencialmente.

Es verdad que hay algunos países donde el voto electrónico es posible en unas elecciones legislativas, pero son minoría absoluta. La falta de transparencia, el temor al fraude y a los ciberataques provocan que vayamos tan adelantados en unas cosas y seamos tan obsoletos en otras. 

Trasladada esa realidad a la esfera deportiva, la situación es la misma.

Aires de cambios

No obstante, llegan aires de cambios... en España y en Catalunya. Desde el pasado 19 de septiembre, el Consejo Superior de Deportes ha constituido un Grupo de Expertos que vienen trabajando en la elaboración de un texto de anteproyecto de Ley del Deporte que venga a sustituir a la que está en vigor, adecuándola a las necesidades reales. Seguro que uno de los puntos de cambio que introducirá será cómo articular el uso de las nuevas tecnologías para elegir a los presidentes de las federaciones nacionales. En Catalunya, esa competencia fue transferida a la Generalitat, que la que regula a través de la ‘Llei de l’esport’ desde el 31 de julio del 2000. En su Artículo 11, indica que la elección de las juntas directivas de los clubs debe hacerse por sufragio presencial. Esa es la palabra clave: presencial.

La UFEC, las federaciones deportivas catalanas, está promoviendo en los últimos meses una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que presentará ante el Parlament de Catalunya, para reformar esa ley con la intención de impulsar el deporte catalán y adaptarla a las necesidades del siglo XXI. Sería extraordinario que entre los puntos que quieren modificar también estuviera que la elección del presidente de una federación o un club pueda hacerse votando telemáticamente, por Internet, tal y como aceptamos hoy en día el borrador de nuestra declaración de renta.

Ese momento llegará más pronto que tarde y los clubs de fútbol, como el FC Barcelona, tendrán que adecuar sus estatutos. Será el día que se igualará al socio que vive en cualquier barrio de Barcelona con el que está en Lleida, Tarragona, Andorra, Girona o diferentes partes de España o el planeta, que son los grandes perjudicados por una ley carente hoy en día de sentido común. De la actual masa social del FC Barcelona, 57.635 socios viven en la Ciudad Condal, unos 75.000 en otras partes de Catalunya y sobre unos 11.000 en el resto del mundo. 

El FC Barcelona ya está a gusto con esta realidad, porque así puede ‘controlar’ fácilmente a la mayoría de socios que van a decidir unas elecciones. Saben que son minoría los que se desplazarán a votar más allá del área metropolitana. El día que puedan hacerlo todos los socios, sin necesidad de estar presentes físicamente, desde el que está en Sevilla o Reus, la estrategia electoral cambiará. Sería lo más justo, lo más participativo y lo más democrático. Y sería un gran ejemplo que el propio FC Barcelona, pionero en tantas cosas, pidiera y encabezara ese cambio legislativo. ¿Querrá? ¿Lo hará?