Ángel Nieto merece el mejor de los homenajes

Un gran busto de Nieto preside la entrada del circuito de Jerez

Un gran busto de Nieto preside la entrada del circuito de Jerez / EFE

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Jerez, la catedral, nos espera. Históricamente, este ha sido el escenario de grandes gestas de los pilotos españoles… y de Valentino Rossi que, con su palmarés en esta pista, se ha convertido en el rey de la misma.

La “tranquila” victoria de Márquez en Austin nos aportó un cierto sosiego al campeonato después de la tormenta que se desató en Argentina. Pero en un circuito donde el italiano tiene casi tantos seguidores como los héroes locales, cualquier declaración puede hacer saltar la chispa que incendie el ambiente.

La cuarta carrera de la temporada servirá para rendir diversos homenajes a Ángel Nieto, que por primera vez en la historia de esta carrera no estará presente físicamente  en la misma, aunque su inmenso legado será recordado allí como se merece por medio de varios actos de tributo a su memoria.

El añorado 12+1 siempre fue el primer defensor y seguidor de nuestros representantes, pero por todos es conocida la especial relación que le unía al italiano, que iba más allá de lo deportivo.

Nieto no sólo admiraba a Rossi por su enorme talla como piloto. En lo personal le adoraba.

En Jerez todos los aficionados españoles suelen dar rienda suelta a la emotividad, y este año no será una excepción, sobretodo por la profundidad de un homenaje que se ha preparado con la mejor de las voluntades.

A Nieto le hubiera gustado que Márquez y Rossi sellaran la paz delante de él. No será fácil, porque la tensión entre ambos parece tan evidente como irreconciliable.

Pero los aficionados, los seguidores de uno y otro, deberían poner algo de su parte. Por el bien de este deporte y, sobretodo, por el respeto que todos deberíamos mostrar a la memoria del maestro de Vallecas.

Más allá de todo lo que hay preparado para recordar la figura de quien hizo grande el motociclismo en España, el mejor homenaje que entre todos podemos tributarle es, sin duda, una muestra equitativa de respeto hacia todos los integrantes de la parrilla de una carrera que se presenta tan grande como intensa.

El mejor recuerdo que podemos y debemos tributarle a Nieto es el deseo de una carrera limpia, pero sobretodo el de un recibimiento a todos sus protagonistas con el mismo afecto que él les hubiera tributado. Nieto, nuestro Ángel eterno.