La ambición de Xavi es garantía de éxito

Xavi Hernández, entrenador del Barça, en rueda de prensa

Xavi Hernández, entrenador del Barça, en rueda de prensa / David Ramírez

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Xavi es ambicioso. Lo fue como futbolista. Con el balón en los pies lo ganó todo. Con el Barça (25 títulos, entre ellos 4 Champions y 8 Ligas) y con la selección (un Mundial y dos Eurocopas). Ahora quiere repetir como entrenador. El, mejor que nadie, es consciente de la exigencia que genera el club blaugrana. Cada partido es una final. Y cada derrota es una crisis. Por eso ahora empieza a sentirse más cómodo. Lo ha pasado mal durante los meses de dudas. El KO en la Champions le dejó anímicamente tocado. Fue muy duro caer por segunda temporada consecutiva en la fase de grupos. Sabía que necesitaba tiempo para construir un equipo competitivo. Y la confianza de Laporta le ha dado oxígeno.

Tanto como la victoria ante el Madrid en la final de la Supercopa. Ese triunfo significó mucho más que un título para Xavi. Fue una liberación psicológica y un punto de inflexión futbolístico. Porque se aparcaron (por un tiempo) las urgencias y porque la victoria ante los blancos llegó con un juego brillante. La sobredosis de moral permite a Xavi volver a su mensaje optimista. Y ya piensa en ganar las tres competiciones que restan: Liga, Copa y Europa League. El técnico se siente fuerte y, sobre todo, ve fuerte al equipo. Cada vez más fuerte. De ahí que aumente su ambición: “Queremos luchar por todos los títulos”. 

No es una quimera. Es un reto realizable si se mantiene el nivel de las últimas semanas: “No nos podemos relajar, aún podemos jugar mejor”. La exhibición de Riad debe tener continuidad: “El partido contra el Madrid fue brillante y estamos en el mejor momento de la temporada, pero hay que incrementar la exigencia”. El espectáculo ofrecido en Arabia Saudí y, salvando las distancias, en Ceuta es el punto de partido de un Barça que quiere volver a ser protagonista. Y para ello no necesita nuevos fichajes, a pesar de la salida de Memphis. Xavi lo tiene claro: “No he pedido ningún refuerzo. Es difícil mejorar la plantilla que tenemos. No es fácil encontrar una pieza importante en invierno. Si nos quedamos como estamos, estaré muy contento”.

La seguridad con la que Xavi afronta el momento crucial que vive el Barça es un mensaje de tranquilidad para todo el barcelonismo. El equipo está en las mejores manos. El técnico sabe lo que quiere y tiene un plan para conseguirlo. Lo más difícil ya ha pasado. El trabajo de todos estos meses empieza a dar sus frutos. El triunfo ante el Madrid debe ser el inicio de una nueva era victoriosa.