Abelardo asusta al Camp Nou

Abelardo no va a regalar los puntos en el Camp Nou

Abelardo no va a regalar los puntos en el Camp Nou / sport

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

El Barça ya gana como el Real Madrid. El famoso, el legendario, el mítico, el fallón, el horrible Iglesias Villanueva, el árbitro que no hace tanto, a finales de noviembre, le birló un golazo a Leo Messi, nada menos que en Mestalla, ante el Valencia, aquel tanto que todo el mundo, menos el colegiado, vio dentro de la portería che, concedió anoche una falta, perdón, un penalti-falta, para que Messi remontase el partido, cuando la acción venía precedida de fuera de juego de Alcácer. Y, al final, cuando ya casi, casi, se cumplía el tiempo añadido, Umtiti cometió un penalti (no tan claro para algunos) e Iglesias Villanueva pitó, perdón, gritó, “¡sigan, sigan! ¡Nada!” Y, sí, pareció penalti.

El Alavés, que debió ser despedido del Camp Nou con una sonora y merecidísima ovación, fue el rival más duro de cuantos han visitado el Estadi, de la mano del ‘Pitu’ Abelardo, y se mereció, desde luego, como poco, el empate. Porque jugaron para no perder, porque se dejaron el alma, porque hicieron contragolpes mortales y porque, en efecto, al final, pareció que les birlaban un penalti        

Un penalti más, pues John Guidetti, el sueco que metió el miedo en el cuerpo al Camp Nou, se quejó de que “cuando tú juegas contra los mejores del mundo, necesitas tener suerte. Como ocurrió el otro día, en Copa, contra el Valencia cuando marque un gol perfectamente válido o el día del Leganés, que también merecíamos ganar”. Todo eso y más (“hay una tarjeta clarísima a Suárez, pero no diré nada”) lo comentó, también, el presidente del Alavés, Alfonso Fernández, que lamentó que su equipo saliese de vacío del Camp Nou “cuando hemos hecho un grandioso partido”.

Los habrá que dirán que no fue penalti. Por ejemplo, el exárbitro Iturralde González, de la Cadena SER, que dijo que la decisión de Iglesias Villanueva fue correcta, “porque la mano del defensa está en posición natural y, además, hay muy poca distancia entre el balón y la mano”. Es, sin duda, una versión, pues reglamentariamente se puede esgrimir esa teoría para no considerar esa mano penalti, pero de lo que no hay duda es que este Barça, que anoche remontó su sexto partido en Liga, no se rinde nunca. Es tan bueno, que cuando juega bien, gana y, cuando juega mal, empata. Y, cuando lo ponen contra las cuerdas, sobrevive y, no solo se mantiene invicto, sino que sigue con 11 puntos más que el Atlético, ya son 17 los que le separan del Valencia y mantiene los 19 ante el Real Madrid.

Es evidente que la utilización de todos los hombres, la habilidad y sabiduría de Ernesto Valverde a la hora de contar con todos, los relevos, los cambios, las rotaciones, convierten a este Barça en un equipo peleón y, sobre todo, vivo y exigente a lo largo de los 90 minutos de cada una de las tres competiciones a las que aspira. Solo el Barça, en España, puede soñar con conquistar el triplete (Liga, Champions y Copa) y solo el Barça mantiene la fortaleza mental para remontar incluso partidos que parecen imposibles, encuentros en los que ni siquiera Messi brilla a su nivel habitual y, sin embargo, vuelve a convertirse en decisivo en lo que ya muchos conocen como sus penalti-falta. Es más, sabiendo que la ‘Pulga’ falla un penalti de cada cuatro que lanza, igual su eficacia desde fuera del área, a balón parado, es superior, suprema.