CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Sánchez convertirá la comparecencia sobre los negocios de su mujer en una denuncia de la "máquina del fango"

La intervención del presidente del Gobierno el próximo miércoles en el Congreso será la primera tras abrir el debate sobre lo que en Moncloa enmarcan como "una gran causa nacional" y se producirá apenas 24 horas de iniciarse la campaña electoral de las europeas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el Congreso durante un pleno el pasado mes de abril.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en el Congreso durante un pleno el pasado mes de abril. / José Luis Roca

Para Moncloa, la comparecencia de Pedro Sánchez el próximo miércoles en el Congreso no tendrá el objetivo de informar sobre los negocios de su mujer, Begoña Gómez, como había solicitado el PP. Se centrará, según avanzan los colaboradores del presidente del Gobierno, en denunciar la “máquina del fango”. El jefe del Ejecutivo siempre ha mostrado propensión y agudeza para llevar los terrenos a su debate y darles la vuelta. En esta ocasión, no será menos.

El objeto de la comparecencia reclamada por los populares y aprobada este martes en la Junta de Portavoces era el de dar explicaciones sobre el supuesto "conflicto interés que afecta a su partido y entorno personal". Sánchez, sin embargo, tratará de llevarlo a su terreno para devolver el golpe y poner el foco en el debate que puso sobre la mesa tras encerrarse en La Moncloa a meditar sobre su renuncia.

En pleno pulso electoral con el PP por las europeas del próximo 9 de junio, en las que el PSOE se juega la legitimación de su hoja de ruta tras el primer “aval” en las catalanas, Sánchez busca arrinconar a Feijóo junto a la ultraderecha. Tanto por abrirles la puerta de las instituciones y plegarse a su agenda, como por supuestamente participar de su estrategia de guerra sucia.

Después de que se conociese la apertura una investigación judicial contra la esposa del presidente del Gobierno por un supuesto conflicto de intereses, los socialistas ya se apresuraron en acusar al PP de participar de una estrategia “trumpista” de acoso y derribo. Al lado de Vox, “pseudomedios” y organizaciones ultraderechistas que actuarían de forma concertada para propagar bulos y judicializarlos a través de “denuncias falsas”.

Unas prácticas que socavarían la democracia misma, según alertó Sánchez en su carta a la ciudadanía con la que anunció su intención de meditar sobre su renuncia. Su decisión de seguir al frente del Gobierno la justificó para hacer frente a estas prácticas e impulsar un debate sobre regeneración democrática del que los socialistas excluyen a los populares. De protegerse frente a las informaciones que cuestionan las actividades de su mujer, Sánchez ha pasado al contraataque cambiando por completo el marco de la discusión política, despejando así la sombra sobre la corrupción por el caso Koldo y las sospechas en su entorno más cercano.

Debate diluido

La intervención de Sánchez el próximo miércoles será la primera tras abrir lo que en Moncloa enmarcan como “una gran causa nacional” y se producirá apenas 24 horas de iniciarse la campaña electoral de las europeas. Las medidas sobre la regeneración democrática no llegarán hasta después de estos comicios, pero ya se han dado pistas. Por un lado, las encaminadas a “democratizar” el sistema judicial, incluyendo reformas para forzar la renovación del el CGPJ si persiste el bloqueo del PP, y por otro para luchar contra la desinformación. Sobre esto último, en Moncloa ponen como referente para las iniciativas que puedan tomar la ley europea de Libertad de los Medios de Comunicación que acaba de entrar en vigor. Entre otras cuestiones, obliga a declarar la propiedad de los medios.

Sánchez no solo dará la vuelta a la comparecencia, sino que también tratará de diluir el foco sobre el supuesto conflicto de interés en los negocios de su esposa, incluyendo otros grandes asuntos en su intervención. Para ello se ha juntado esta petición de comparecencia del PP con otra sobre el acuerdo con Reino Unido relativo a Gibraltar y, a petición propia, otras dos para dar cuenta del último Consejo Europeo y la gira europea para buscar aliados en el reconocimiento del Estado de Palestina. Cuatro comparecencias en una.

De la amnistía a Palestina

Los populares han criticado esta estrategia y, como en otras ocasiones, cuestionado el hecho de que Sánchez contará sin límite de tiempo para intervenir, mientras que Feijóo dispondrá solamente de quince minutos para realizar su exposición y de cinco para dar la réplica. Un formato que favorece al Ejecutivo y que a buen seguro utilizará para marcar el debate electoral de las europeas. Unos comicios a los que el PSOE se enfrenta tratando de soltar lastre de la amnistía, al considerarla como un mecanismo necesario para “pasar página” del ‘procés’. Los resultados de las elecciones catalanas, de hecho, son para los socialistas un impulso “moral” con el que buscan movilizar a los suyos y desactivar el discurso de la oposición sobre las consecuencias de sus pactos con los independentistas.

El reconocimiento del Estado palestino se utilizará como gancho electoral y, previsiblemente, acaparará buena parte del debate en el Congreso. Está previsto que este histórico paso se apruebe en el Consejo de Ministros del día anterior a la comparecencia. El Gobierno no solo busca neutralizar así los asuntos que busca colocar en la agenda la oposición, sino destacar los propios y obligar a los populares a posicionarse.