El paraguas de Vladimir Putin

Vladimir Putin, durante el aguacero que ha caído durante la entrega de trofeos en el estadio de Luzhniki

Vladimir Putin, durante el aguacero que ha caído durante la entrega de trofeos en el estadio de Luzhniki

Ramón Fuentes

Una de las imágenes que nos deja la ceremonia de clausura del Mundial de Rusia es la anécdota del paraguas de Vladimir Putin. Instantes antes de arrancar la entrega de los trofeos individuales y de la Copa del Mundo a Francia, empezó a diluviar sobre el estadio de Luzhniki de Moscú.

Una lluvia intensa que ha "afeado" toda la ceremonia de despedida de la cita mundialista de Rusia. Pues parece que sólo el presidente ruso Vladimir Putin estaba prevenido para esta adversidad climatológica. Porque ha sido empezar el diluvio y un paraguas ha cubierto de inmediato al presidente de Rusia y anfitrión del Mundial.

Pero no se puede decir lo mismo para el presidente de la FIFA, Gianni Infatino, y tampoco para los presidentes de los dos países finalistas. Tanto para Enmmanuel Macron, máximo dirigente y nuevo campeón del mundo; como también para Kolinda Grabar, la alegre presidenta de Croacia, que ha logrado mantener su permanente sonrisa pese a caer derrotada su selección y ver como se le escapaba el sueño de lograr el primer Mundial de su historia.

Lo más sorprendente es que, lejos de resolverse esta situación de manera inmediata, pasaban los minutos y los máximos representantes de los dos países como el de la FIFA seguían empapándose bajo la intensa lluvia de Moscú. Y todo esto mientras iban entregando los trofeos a Mbappé, Modric, las medallas a los jugadores de Croacia y, posteriormente, a los de Francia.

Y mientras tanto, Vladimir Putin seguía perfectamente protegido con su paraguas ante el diluvio repentino. Antes han tenido que pasar cerca de cinco minutos para que súbitamente empezaran a aparecer paraguas para protegerles. Pero ya era tarde porque ya se habían empapado, mojándose sus perfectos trajes Infantino Macron al mismo tiempo que la camiseta de Croacia la presidenta Kolinda.

En esta misma situación ha estado también resistiendo a la lluvia y mojándose hasta los poros el presidente de la Federación croata de fútbol y ex jugador del Real Madrid, Davor Suker. No podrá quejarse Putin. Ha puesto punto final a un Mundial ejemplar sin mojarse una gota bajo el diluvio caído en el Estadio de Luzhniki, viejo Estadio de Lenin, en Moscú.