Francia tiene el enemigo en casa

Seis futbolistas de Marruecos juegan en Francia, el mismo número que integrantes de la selección gala disputan la Ligue 1

Además, el seleccionador marroquí, Walid Regragui, nació en Francia, como tres de sus hombres

Boufal fue un quebradero de cabeza para Marcos Llorente

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Ferran Correas

Ferran Correas

Las selecciones de Francia y Marruecos se enfrentan el miércoles por una plaza en la gran final del Mundial de Qatar. Los galos se presentan como campeones, los africanos lo hacen tras hacer historia y ser la primera selección africana en llegar a la penúltima ronda en una Copa del Mundo.

Francia se enfrenta a una selección que tiene miles de seguidores en el país, pues se estima que hay casi un millón y medio de marroquís en el país galo entre los nacidos en Marruecos y los hijos de migrantes. De hecho, seis de los futbolistas que forman parte de la selección de Marruecos juegan en Francia. Curiosamente, Didier Deschamps también tiene seis jugadores en su nómina que juegan en Francia: Mandanda (Rennes), Disasi (Monaco), Veretout (Olympique de Marsella), Fofana (Monaco), Guendouzi (Olympique de Marsella) y Mbappé (PSG).

Los seis futbolistas de Marruecos que juegan en Francia son los defensas Achraf Dari (Brest) y Achraf Hakimi (PSG), el centrocampista Azzedine Ounahi (Angers) y los delanteros Zakaria Aboukhal (Toulouse), Sofiane Boufal (Angers) y Amine Harit (Olympique de Marsella). Además, su seleccionador, Walid Regragui, es nacido en Francia, tiene la doble nacionalidad y la mayor parte de su carrera como futbolista la realizó en el fútbol galo defendiendo los colores del Racing de París, Toulouse, Ajaccio, Dijon y Grenoble.

De los seis jugadores de Marruecos que juegan en Francia, tres están siendo fundamentales en el éxito de la selección africana en Qatar: Hakimi, Ounahi y Boufal. El primero, madrileño de nacimiento, es uno de los mejores laterales del campeonato. Formado en la cantera del Real Madrid, destacó como cedido en el Borussia Dortmund. De regreso, no confiaron en él en el club blanco y fue traspasado al Inter de Milán, que en el verano del 2021 lo vendió al PSG por 60 millones de euros.

Ounahi está siendo uno de los descubrimientos del torneo junto a su compañero Amrabat. Incansable, el jugador que sorprendió a Luis Enrique y del que el asturiano no sabía el nombre, recorre más kilómetros que nadie en un partido. Nacido en el 2000, hace un año y medio jugaba en la tercera división francesa con el Avranches. Ahora lo hace en el Angers, colista de la primera división francesa, pero su buen Mundial ha provocado que ya haya despertado el interés de un buen número de equipos, entre ellos el Sevilla.

Compañero de Ounahi en el Angers es Boufal, una de las armas de Marruecos cuando sale al contragolpe. Rápido y con una buena pierna derecha aunque acostumbra a jugar a banda cambiada, regresó hace dos años al club en el que se formó tras no triunfar ni en el Southampton ni en el Celta. Precisamente Boufal, también nació en Francia, como su seleccionador. También son franceses de nacimiento el defensa central y capitán Romain Saïss, que milita en el Besiktas, y el delantero Amine Harit.