L'Équipe se justifica ante la polémica por la cobertura del Mundial

[ { "insert": "París, 24 sep (EFE).- L'Équipe se justifica este sábado, en nombre de la \u0022misión de información\u0022, por la cobertura que tiene previsto hacer del Mundial de fútbol de Catar en noviembre, ante la polémica creciente en Francia sobre la conveniencia o no de boicotearlo por las violaciones de los derechos humanos allí. " } ]

Imagen del sorteo del Mundial en Doha

Imagen del sorteo del Mundial en Doha

EFE

L'Équipe se justifica este sábado, en nombre de la "misión de información", por la cobertura que tiene previsto hacer del Mundial de fútbol de Catar en noviembre, ante la polémica creciente en Francia sobre la conveniencia o no de boicotearlo por las violaciones de los derechos humanos allí.

"Como para los últimos Juegos (Olímpicos) en Pekín, L'Équipe no boicoteará el Mundial de Catar", subraya el director, Jérôme Cazadieu en un editorial que trata de responder a ese debate que, como recuerda, se ha repetido en numerosas ocasiones desde el que se disputó el Mundial de Argentina en 1978 durante la dictadura de Jorge Videla.

Cazadieu explica que 30 periodistas cubrirán la competición para todos sus soportes y lo harán "sin desviar la mirada de los temas que podrían enfadar al comité de organización ni a la FIFA".

A ese respecto, recuerda que en enero se publicó en la revista semanal de L'Équipe un largo reportaje de dos de sus periodistas que consiguieron eludir "la vigilancia del Gobierno catarí" para hablar con obreros que han trabajado en las infraestructuras de este campeonato, "varios" de los cuales han muerto por las condiciones laborales.

"La misión de un medio de comunicación es ir a todos los terrenos para contar la realidad", replica a quienes preconizan no dar cobertura para no dar legitimidad a un régimen que no respeta los derechos fundamentales.

Para el director del diario deportivo francés de referencia, "informar no puede hacerse con guantes blancos o quedándose sentado en un despacho. Está en juego nuestra misión fundamental, la de informar a nuestros lectores".

Esta semana, entre los que han entrado en el debate está el anterior presidente francés, François Hollande, conocido por ser un amante del fútbol, que ha dicho que si siguiera siendo jefe de Estado no iría a Catar" para manifestar así su descontento con las condiciones sociales de los trabajadores y la incoherencia climática.

Hollande ha puntualizado que no pide boicot a los futbolistas, y que es consciente de la situación complicada en la que están los jugadores del París Saint Germain (PSG), un club propiedad del fondo soberano de Catar.

Entre los medios de comunicación, "Le Quotidien de la Réunion", un pequeño diario de esa isla francesa del océano Índico, ha anunciado que no cubrirá la competición.

Amnistía Internacional ha lanzado una campaña para reclamar a la FIFA y a Catar un programa de reparación para los "cientos de miles de trabajadores y trabajadoras migrantes" cuyos derechos humanos han sido objeto de abusos mientras realizaban tareas de construcción y servicios en estadios, hoteles, transportes y otras infraestructuras necesarias para albergar el torneo.

Sabiendo que la FIFA ingresará 6.000 millones de dólares gracias a este Mundial, Amnistía Internacional y las ONG que le apoyan le piden al menos 440 millones, una cifra equivalente a la dotación prevista en premios.