Alonso acaricia el título tras una carrera loca marcada por la nieve en Spa

Alonso, camino hacia una victoria muy importante

Alonso, camino hacia una victoria muy importante / EFE

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Fernando Alonso, junto a Sebastién Buemi y Satoru Nakajima, no ha podido sentenciar el título del Mundial de Resistencia en las 6 Horas de Spa, pero el asturiano ha dado hoy un paso de gigante para que ello sea una realidad en las 24 Horas de Le Mans, última prueba de esta supertemporada del WEC, que se disputará el fin de semana del 15 y 16 de junio. Alonso se proclamará campeón en Francia si acaba séptimo u octavo en el supuesto que sus rivales no hicieran la pole. Sus rivales están obligados a ganar y esperar el fallo del Toyota #8. Toyota ya se ha proclamado campeona entre los constructores.

La carrera belga del campeonato, en la que hace un año debutó Fernando Alonso, ha sido una auténtica locura. Las condiciones climatológicas han marcado la prueba, con la salida de cinco coches de seguridad, cuatro de ellos por una intensa nevada, dos banderas amarillas prolongadas –como un virtual safety car de la F1- y también los problemas que ha tenido el Toyota #7 con un sensor que les ha arrebatado una victoria que habían tenido a su alcance.

Por el contrario, la victoria correspondió al Toyota #8, que en las primeras vueltas habían tenido problemas y se les había puesto la carrera cuesta arriba, tanto por un pésimo cambio de ruedas, como por un inesperado repostaje con el coche de seguridad en pista o un trompo de Alonso.

Ahora lo tienen todo de cara para sentenciar en Le Mans, aunque ayer acariciaron el título durante algunos momentos de una carrera inolvidable. El Toyota #8 se impuso con una vuelta de ventaja sobre el Rebellion #3 de Laurent, Berthon y Menezes, que fue segundo, mientras que tercero se clasificó el SMP #11 de Aleshin, Petrov y Vandoorne. El Toyota #7 de Conway, Kobayashi y López fueron sextos.

Carrera brutal

El inicio de la carrera fue espectacular. Todos salieron con slicks, pero a la primera vuelta empezó a llover, una agua que pronto se convirtió en nieve y provocó un inesperado cambio de decorado, con una inusitada actividad en boxes para cambiar ruedas. El caos se ha apoderado del circuito de Spa con nieve, lluvia y frío, con tanta intensidad que ha provocado la salida del primer coche de seguridad porque las condiciones eran imposibles.

La entrada del safety car en la tercera vuelta ha motivado que los dos Toyota decidieran parar a la vez para evitar coger riesgos por el delicado estado de la pista, pero el equipo no tenía los dos juegos de neumáticos preparados y el #8 cedió 21 segundos en esa maniobra. Los daños se limitaron por la presencia del safety car en pista, en medio de una intensa nevada.

Mike Conway vio como su ventaja se esfumaba y Buemi decidió atacar cuando se fue el coche de seguridad en la vuelta 18. Se relanzó la carrera y el suizo adelantó a Laurent (Rebellion #3) para situarse segundo y un giro más tarde se ha aupado al liderato aprovechando un error del inglés al pasarse de frenada en la chicane.

La carrera parecía encarrilada para el equipo de Alonso, pero la aparición de un segundo safety car en la vuelta 23 provocó que cuando el Toyota #8 tuvo que repostar estuviera cerrado el pitlane y solo pudo cargar 5 segundos de gasolina y no pudo cambiar a slicks. Después que parara en la vuelta 28 Conway, dos más tarde, Buemi tuvo que volver a parar para echar más gasolina y cambiar ruedas. La diferencia se estableció en 45 segundos a favor del Toyota #7 cuando quedaban más de cuatro horas de carrera.

Falló un sensor

Poco después llegó el primer cambio de piloto, con Kobayashi tomando el relevo a Conway y Alonso haciendo lo propio con Buemi. La diferencia, cuando ya se llevaban dos de las seis horas de carrera, era de 43 segundos y un trompo de Fernando al pisar la hierba artificial les alejó aún más del liderato, dejando la diferencia en 2 minutos después de que el asturiano pasara por boxes para repostar.

La carrera estaba siendo una montaña rusa y Alonso recuperó el liderato después de que el Toyota #7 tuviera que hacer una inesperada parada en boxes al detectarse un problema en un sensor del sistema híbrido. Perdió casi cinco vueltas antes de volver a pista, con Pechito López al volante y en la 23ª posición. Había que remontar posiciones para que sus rivales no pudieran sentenciar el campeonato.

Pero las dificultades no acabaron ahí, puesto que cuando faltaba una hora y 45 minutos volvió a nevar intensamente y volvió a salir el safety car. Alonso, que había vuelto a recuperar un minuto antes el volante del coche tras 1:10 de Nakajima, se mantenía en primera posición, con Petrov y su SMP #11 segundo a una vuelta. López, con el Toyota #7, era octavo.

Después de la nevada volvió a lucir el sol, pero la climatología ha seguido haciendo de las suyas y a 45’ del final ha tenido que hacer su cuarta aparición el coche de seguridad al caer sobre Spa otra intensa nevada. Era la tercera vez que la carrera era neutralizada por la nieve y, en unas condiciones muy delicadas, con una pista muy resbaladiza, en la que era fácil cometer errores, las posiciones se mantuvieron hasta el final para que Alonso ganara la cuarta de siete carreras en el WEC.