Los puntos a tener en cuenta para pasar la nueva ITV

El proceso para pasar la ITV ha ido cambiando con el paso de los años para mejorarlo y asegurar que un vehículo cumple con totos los requisitos para una conducción segura para el conductor y el resto de usuarios de la vía. Sin embargo, esto se traduce también en un endurecimiento de las pruebas y una mayor dificultad para pasarla.

Ahora, el control de emisiones es más exhaustivo para descubrir posibles fraudes. Las estaciones disponen de más medios, equipos y procedimientos para llevar a cabo un test más riguroso. En el mismo sentido, desde el pasado 1 de septiembre las ITV españolas empezaron a inspeccionar las centralitas de los vehículos para evitar posibles manipulaciones de las emisiones desde la misma a la vez que también se buscan indicios de trucaje en partes del motor como el sistema de escape. Con todo, sobre todo en los vehículos más nuevos, el control es más completo.

Pasarla a la primera

Para pasar la ITV a la primera hay que tener en cuenta estas variaciones y estar preparados. Desde septiembre, las estaciones cuentan con un terminal de diagnosis OBD, que se conecta a los vehículos matriculados después del 1 de enero de 2011 y a los pesados matriculados a partir de 2015 y lee todos los parámetros. Este terminal es capaz de detectar problemas con la válvula EGR, el filtro de partículas o cualquier sistema anticontaminación. Cualquier fallo en estos parámetros provocará que un vehículo no pase la inspección y deba acudir a un taller para solucionar el problema y volver tras revisarlo.

Por supuesto, intentar trucar cualquier resultado, ya sea con algún 'apaño' temporal o variando los parámetros de la centralita, también será motivo de fallo y, por tanto, no se pasará la ITV. El terminal de diagnosis OBD puede 'chivar' que ha habido algún tipo de práctica fraudulenta. Además, también se comprobará que no haya sistemas manipulados.

Norauto aconseja revisar el vehículo antes de pasar la ITV, ya que los mecánicos detectarán los posibles fallos y podrán corregirlos antes de pasar la inspección. No obstante, si no se pasa a la primera, el conductor tendrá un período de dos meses para arreglar los desperfectos y volver a cualquier centro, ya no hace falta que sea el mismo, para intentar pasarla de nuevo. En el caso de que los defectos fueran muy graves, el vehículo se inmobilizará en el centro y requerirá de una grúa para su transporte a un taller para arreglar lo que sea necesario y volver a pasarla posteriormente.

La ITV es obligatoria para todos los turismos a partir de los cuatro años desde el momento de su matriculación. Desde los cuatro hasta los diez años, se deberá pasar la inspección cada dos años y, cuando sobrepasa la década, el vehículo debe volver a la ITV cada año para asegurar que puede seguir circulando con total seguridad. En caso de accidente con desperfectos considerables o si se modifican elementos del vehículo se deberá acudir también a la ITV aunque el coche no tenga aún cuatro años o no toque por fecha.