MAZDA UNE CONDUCTOR Y MÁQUINA

El arte de una conexión natural: Presentamos la filosofía 'Jinba Ittai'

Mazda revela la filosofía más revolucionaria de la marca, que ha servido para crear modelos con unos valores humanos incalculables.

Motor Zeta

La cultura japonesa es fascinante. ¿Nos hemos parado a pensar alguna vez en cuantas cosas ha regalado al mundo? Es sinónimo de estética, de sabiduría; pero también de tecnología y modernidad. Si trasladamos esta pregunta al mundo del motor, podemos pensar en grandes obras de la ingeniería, y en marcas como Mazda.

Precisamente, es este fabricante de coches japonés que apuesta por conservar sus raíces niponas. De esta forma, Mazda introduce un concepto proviniente de las tierras japonesas que le sirve de base para crear sus vehículos: el Jinba Ittai Significa, literalmente, la "fusión entre el jinete y su montura". Mazda ha usado esta idea con la voluntad de ir más allá, y convertir el jinete en conductor y la montura en vehículo. 

Esta es, en esencia, la filosofía de la que parte la marca para crear sus vehículos. Gracias a ella, el mundo del motor se ha alimentado con un saberhacer que mezcla lo clásico con lo innovador, y que no deja de sorprender con resultados revolucionarios. El último, el Mazda CX-5, que se ha convertido en un vehículo capaz de establecer toda una conexión emocional con su conductor y que consigue fusionar lo último en tecnología con una mente sana y sabia.

EL COCHE COMO ARTE

Cuando Mazda se adentró en este ambicioso proyecto de crear el nuevo CX-5, tuvieron claro que debían partir del siguiente concepto: el coche como arte. La idea era, pues, apostar aún más por su diseño, creando casi toda una obra de arte. Pero además, el arte de Mazda también se encuentra en la funcionalidad y en la capacidad de crear algo bello con una calidad extrema. Algo que encaja muy bien con el saberhacer japonés.

Es precisamente el arte japonés que ha sabido encontrar la pureza en las formas sencillas. Pero el CX-5 tampoco ha nacido para simplificarlo todo, sino que, por el contrario, nacía con la finalidad de ser un vehículo hermoso, que despeja todos los elementos innecesarios. Mazda crea, así, un vehículo natural. Un vehículo para sentirse a gusto. Un vehículo para conducir con la confianza con la que los mejores jinetes se dirigen a sus caballos.

CREER EN UN VEHÍCULO

Mazda cree ciegamente en su CX-5, y ya lo ha convertido en un vehículo revolucionario, y no solo por la experiencia humana que es capaz de entregar al conductor. De hecho, desde la marca afirman que a día de hoy el CX-5 es "la expresión más evolucionada de la filosofía econtrada en el ser humano de Mazda".

Porque, recordamos, la creación de este vehículo se ha basado en seguir toda una corriente filosófica que no es nada nueva (aunque sí lo sea en el mundo del motor). Mazda ha ido mucho más allá en el proceso de desarrollo de vehículos que conocíamos, y ha hecho algo que hasta ahora no habíamos visto: ha logrado traer una nueva dimension del placer de conducir. Ha conseguido crear todo un diálogo entre el conductor y el vehículo, sin sacrificar la comdidad de los familiares o amigos que también viajan en él.

Mazda partía de una buena base: un CX-5 que ya había ganado más de 90 premios, y con un millón y medio de unidades vendidas en más de 120 países. Estaba claro que si la marca daba un paso más allá con este modelo, el resultado podía ser impresionante. Y lo ha sido.

EL DISEÑO KODO: JAPÓN, EN ESCENCIA

Vivimos en una sociedad que siempre quiere más. Estamos en la era de la abundancia, la era de la grandiosidad, la era de "que no falte de nada". Queremos más, más, y más, porque nos hemos acostumbrado a ello. Pero hay un punto en el que decidimos parar y, de repente, encontramos enormes placeres en las pequeñas cosas

Como decimos en las socidedades occidentales, menos es más. Y la cultura japonesa se basa precisamente en esto: lo sencillo es sofisticado. Es estético. Y es con esta filosofía con la que funcionan en Mazda.

La filosofía de diseño de la marca se inspira en elementos estéticos creados por Mazda y en el arte japonés, y se llama Kodo. Se trata de la alma del movimiento gracias a la sencillez, el orden y la calidad. 

No solo destaca el diseño exterior del CX-5, que está en constante movimiento gracias a las sencillas formas de su nueva carrocería que le lleva a adoptar formas cambiantes. También destaca su interior, que Mazda equipara a la ceremonia japonesa del té, una tradición en la que cada pequeño detalle está cargado de significado.

JINBA ITTAI: ESPÍITU PURO

JINBA ITTAILlegamos a la parte que nos interesa: la experiencia de la conducción, que se eleva a algo desconocido hasta ahora gracias a la esencia jinba ittai.

Pensando en el conductor (o jinete) y los pasajeros, Mazda ha hecho un gran esfuerzo para disminuir el ruido en el habitáculo y reducir la contaminación acústica en la experiencia de la conducción. Mazda ha conseguido crear un espacio interior pacífico y silencioso, en armonía con la naturaleza y el vehículo.

Mazda ha ido más allá para mejorar la experiencia en la conducción con todo tipo de mejoras. Gracias a algunas novedades en la carrocería, el conductor tiene la sensacion de dominar totalmente el vehículo con respuestas muy precisas, además de aumentar la estabilidad y el confort. Como los mejores jinetes con los mejores caballos.

La gama de motores del nuevo Mazda CX-5 se compone de tres unidades: el turbodiésel 2.2 l. SKYACTIV-D y las unidades de gasolina de inyección directa 2.0 l. SKYACTIV-G y 2.5 l. SKYACTIV-G1+. Los tres cumplen la norma de emisiones Euro 6. Se complementan con versiones revisadas de la transmisión manual SKYACTIV-MT y la automática SKYACTIV‑Drive, con tracción delantera o con el sistema de tracción total i-ACTIV de última generación de Mazda. Como con los caballos, existen motores para todas las personalidades.